La música de las últimas décadas es cada vez más previsible y se repite más que las canciones más antiguas, según una investigación llevada a cabo por científicos de varios centros de Cataluña.
La investigación ha sido realizada por Marian Boguñá (Universidad de Barcelona), Joan Serrano y Josep Lluis Arcos (CSIC), Martín Haro (Pompeu Fabra) y Álvaro Corral (Centre de Recerca Matemàtica en la Universidad Autónoma de Barcelona).
El trabajo, que ha analizado un total de 464.411 canciones, ha sido publicado en el último número de Scientific Reports, la revista de acceso abierto del grupo Nature.
Según los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continuada durante los últimos 55 años.
Estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto y lo observado es que cada vez hay menos palabras diferentes.
Los investigadores han observado que, dada una nota musical, es relativamente más fácil predecir cuál será la siguiente en una canción actual.
Del mismo modo, las composiciones musicales más recientes también presentan menos diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos.
Otra de las tendencias es el aumento gradual del volumen intrínseco al que se graban las canciones, independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente.
En general, los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual y al aplicarlos en canciones antiguas se puede conseguir que suenen como si fueran nuevas.
Las piezas analizadas por el equipo de investigación proceden de una base de datos pública de más de un millón de canciones elaborada por la Universidad de Columbia (EEUU), publicadas entre 1955 y 2010.
Las obras responden a un amplio número de estilos, como el rock, el pop, el hip-hop, el heavy metal y la música electrónica.
El análisis de las canciones se ha realizado con programas informáticos, puesto que una canción dura de media unos cuatro minutos y un experto, para poder anotar los parámetros de interés para el estudio, necesitaría escucharla al menos cuatro veces, por lo que la búsqueda habría requerido dieciséis años sin parar de escuchar canciones.
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