La música huasteca es parte importante de la memoria histórica y la tradición oral porque no se aprendió en una academia, sino en el seno de nuestros hogares, de nuestra familia y de nuestra comunidad, destacó Román Güemes Jiménez, académico del Instituto de Antropología (IA) de la Universidad Veracruzana (UV), en conversación con estudiantes universitarios.
El investigador fue invitado a participar en la experiencia educativa (EE) intersemestral Literatura de Tradición, Historia Oral y Testimonio, que coordinó Carlos Alberto Casas Mendoza, también académico del IA, en la Facultad de Letras Españolas.
Señaló que dicha tradición musical tiene una conformación geográfica en una región denominada como la Huasteca y se le llama son huasteco o huapango, “esta última palabra es motivo de discusión dado que especialistas sostienen que no es derivada del castellano”.
Explicó que algunos investigadores sugieren que la palabra deriva de “huapali”, que significa tabla y “panco”, que significa sobre. Otras propuestas argumentan que la raíz “hua”, presente en guaguancó, huateque, huacharaca, que significan baile; y la terminación “go” se refiere a algo que se organiza, una reunión, por ejemplo.
“Hay que seguir buscando, indagando, lo que sí creo es que es una serie de músicas que tuvo lugar en un entorno geográfico que a la fecha es muy carismático y muy estimado: la Huasteca.”
Originalmente se dice que se tocaba con gaita, flauta, clarinete y arpa, posteriormente evolucionó a instrumentos de cuerda, en un dúo integrado por violín y guitarra quinta, que se transforma cuando se introduce la jarana huapanguera, creciendo a un trío.
En ese sentido, el lingüista apuntó: “México es un mosaico, pero me sigue sorprendiendo que no se tome con la seriedad que se merece, hay pocos estudios de la lírica huasteca, nosotros hemos hecho lo que hemos podido, luchar porque se mantenga en pie”