Está claro que con el Sputnik 1 puesto en órbita en 1957, se inicia la era espacial, y desde el mismo se toman una serie de fotografías detalladas de Tierra.
Pero estas no fueron las primeras fotografías de la Tierra tomadas desde el espacio; poco más de diez años atrás, el 24 de octubre de 1946, desde White Sands Missile Range, una instalación militar situada en Nuevo México, en Estados Unidos, un grupo de científicos y militares lanzó un misil de los llamados V-2, con el fin de que tomara fotografías desde el espacio.
El misil fue acondicionado con una cámara, cuyo rollo se almacenó en una coraza acerada que le permitió resistir el impacto cuando el misil regresó del espacio y fue recuperada unas horas después, donde se estrelló la aeronave.
La cámara de 35 mm, fue desarrollada por el ingeniero Clyde Holliday, quien cuatro años después escribió en National Geographic que «así se les aparecería la Tierra a unos visitantes de otro planeta que llegaran en una nave espacial«.
La altura a la cual fueron tomadas las fotografías fue de unos 100 kilómetros, lo que superaba las tomadas desde el globo Explorer II (desarrollado por National Geographic Society y el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos) a unos 22 kilómetros, en 1935, en las cuales se pudo apreciar la curvatura de la Tierra, pero las del misil V-2 permitieron apreciarla recortada desde la negrura espacial.
El misil fue diseñado por ingenieros alemanes para fines bélicos al servicio de los nazis, fue el primer misil balístico, pero al terminar la II Guerra Mundial este fue tomado por los estadounidenses. Era un arma creada por los nazis, de las denominadas Vergeltungswaffen, par atomar represalia por los bombardeos aliados sobre las ciudades alemanas.
El destino de los V2 cambio radicalmente y en la postguerra se reclutaron a los mejores especialistas alemanes y de otras nacionalidades, en tecnología de misiles y cohetes y se utilizó estos artefactos para explorar la atmósfera superior y también con fines militares.