El 6 de febrero de 2004 el Spirit taladró un agujero de 45.5 mm x 2.65 mm de profundidad en una roca marciana, con lo cual por primera vez en la historia de la exploración del planeta rojo se obtuvieron muestras de minerales que no están directamente en la superficie.
Aún con esas dimensiones los controladores del Spirit en el Jet Propulsion Laboratory festejaron ampliamente el evento porque la perforación fue mucho más grande de lo que se esperaba: “No creía que sería tan profundo, hasta que vimos el círculo completo. Estaba emocionado más allá de lo que jamás soñé”, expresó Steve Gorevan, principal científico para las herramientas de abrasión de los robots gemelos (Spirit y Opportunity) enviados a Marte.
El agujero expuso material fresco del interior de la roca bautizada como Adirondack para la inspección profunda con el microscopio del robot y dos espectrómetros en el brazo robótico.
La herramienta de abrasión de roca, con la que se hizo el orificio, puede crear agujeros de hasta 5 mm de profundidad, pesa menos de 720 g y está localizado en el brazo robótico del Spirit. Tiene tres motores eléctricos que hacen girar dos ruedas dentadas a alta velocidad. En hacer la hendidura puede emplear un par de horas.
La NASA anunció que, tras realizar esta maniobra, el «Spirit» se desplazaría unos doscientos cincuenta metros hacia el noreste, en dirección a un cráter.