El Park Grass Experiment es el proyecto científico de investigación de pastizales más antiguo del mundo y lleva en activo desde 1856. Se realiza en el Rothamsted Research (Reino Unido) y consiste en el estudio de varias parcelas de terreno a las que se les han aplicado diferentes fertilizantes. El análisis de los datos proporcionados por el centro ha permitido a un equipo de científicos observar la evolución de estos pastizales según la presencia de nitrógeno en el suelo.
Los resultados del trabajo, publicados esta semana en la revista Nature, reflejan que la biodiversidad del lugar se ha recuperado progresivamente al mismo tiempo que los niveles de nitrógeno del suelo, producto de la contaminación atmosférica, se han ido reduciendo.
“Es la primera vez que la biodiversidad recupera niveles equivalentes a los observados en los años 70 y 80”, explica Jonathan Storkey
“Esta es la primera vez que observamos que la biodiversidad de los pastizales está recuperando niveles equivalentes a los observados antes de la drástica subida del nitrógeno en la atmósfera en los años 70 y 80”, explica a Sinc Jonathan Storkey, autor principal e investigador en la institución británica.
Los científicos asumen que la introducción a finales de los 80 de las tecnologías limpias en Reino Unido –encargadas de eliminar las deposiciones de nitrógeno– ha favorecido la recuperación de muchas especies en estas extensiones de campo.
De hecho, en el periodo comprendido entre 1991 y 2012 se observa un notable aumento en la diversidad. En particular, los investigadores señalan que las plantas que han mejorado significativamente son el trébol violeta (Trifolium pratense), el látiro de prado (Lathyrus pratensis), el llantén menor (Plantago lanceolata) y el botón de oro (Ranunculus acris).
“La regeneración de la biodiversidad en los pastizales durante los últimos 20 años en respuesta a un descenso de la contaminación atmosférica supone una buena noticia, ya que indica que el paisaje tiene la capacidad de recuperarse del impacto negativo de la polución”, comenta el experto.
Un proyecto único
Storkey y su equipo consideran que el Park Grass Experiment es una fuente de información única, porque permite analizar los cambios en el ecosistema del pastizal antes y después de la industrialización. De este modo, el proyecto «funciona como un ‘barómetro viviente’ que señala los cambios en el medio ambiente en respuesta a las actividades humanas», indica a Sinc Storkey.
“En el futuro también queremos monitorizar las distintas parcelas de terreno para comprobar qué capacidad tienen las plantas para recuperarse de la acidificación del suelo, otra consecuencia de la polución que provoca que las especies se recuperen muy lentamente”, concluye el investigador.
Según el estudio, los resultados obtenidos gracias a este proyecto pueden ayudar a realizar evaluaciones futuras sobre las posibles consecuencias biológicas provocadas por los cambios en la gestión y la política ambientales.
Referencia bibliográfica:
Jonathan Storkey et al. “Grassland biodiversity bounces back from long-term nitrogen addition”. Nature DOI: 10.1038/nature16444. 2 de diciembre de 2015
(SINC)