Los animales salvajes y las plantas silvestres, además de su valor intrínseco, contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
El Día Mundial de la Vida Silvestre, que se celebra cada año el 3 de marzo, nos brinda la ocasión de celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad. La celebración de este día también nos recuerda la necesidad urgente de combatir los delitos contra el medio ambiente y la disminución de especies causada por la actividad humana, que acarrean consecuencias negativas de gran alcance en el ámbito económico, medioambiental y social. Este es el motivo por el cual el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 15 se centra en detener la pérdida de biodiversidad.
La Tierra es el hogar de innumerables especies de fauna y flora. Históricamente, hemos dependido de la constante interacción e interrelación entre todos los elementos de la biosfera para todas nuestras necesidades: el aire que respiramos, los alimentos que comemos, la energía que usamos y los materiales que necesitamos para todos los propósitos. Sin embargo, las actividades humanas insostenibles y la sobreexplotación de las especies y los recursos naturales están poniendo en peligro la biodiversidad del mundo. Casi una cuarta parte de todas las especies corren actualmente el riesgo de extinguirse en las próximas décadas.
El 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de la ONU, en su 68º periodo de sesiones, decidió proclamar el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre mediante una resolución con el objetivo de concienciar acerca del valor de la fauna y la flora salvajes. La fecha elegida marca el aniversario de la aprobación en 1973 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, de sus siglas en inglés), la cual juega un destacado papel en la protección de la especies frente al comercio internacional.
Previamente, el 3 de marzo había sido designado como Día Mundial de la Vida Silvestre en una resolución de la Conferencia de las Partes en la CITES, en su 16ª reunión celebrada en Bangkok del 3 al 14 de marzo de 2013. La resolución, copatrocinada por el Reino Unido y Tailandia, informaba de las conclusiones de la reunión a la Asamblea General de la ONU.