El Magno Festival Decembrino 2012 del Voluntariado de la Universidad Veracruzana (UV), provocó lágrimas, alegría y mucho entusiasmo entre los asistentes, quienes disfrutaron al coro infantil “Camino de Sueños” de El Paisano, a pequeños instrumentistas de guitarras, flautas dulces y percusiones de Coyopolan, lectura de poesía realizada por niños de comunidades marginadas, entre otras actividades destacadas, como la venta de artesanías elaboradas por hombres y mujeres de distintos puntos de Veracruz.
Esta cuarta edición del Magno Festival Decembrino –que se realizó el domingo 2 de diciembre en la Casa del Lago– llevó por título “Cantando, creando y sembrando esperanzas por nosotras, por ellos y el planeta”, y fue el escenario en que el Voluntariado dio a conocer los logros alcanzados en los proyectos que desarrolla en las comunidades de Coyopolan, Las Vigas, San Miguel, El Conejo y El Paisano.
Tan sólo en este año el Voluntariado de la UV continuó con el coro “Camino de Sueños” en El Paisano, con el ensamble de pequeños instrumentistas en Coyopolan, además del taller de Tramoyas, Garabatos y Letras –creación literaria y fomento a la lectura– en las dos comunidades ya citadas y Las Vigas, acciones con las que atiende a 82 niños y niñas.
También ha impulsado el Taller de Bordado y Costura “Camino de pensamientos” en El Paisano, Coyopolan, Las Vigas y San Miguel, donde atienden a 30 jóvenes y señoras.
Además, se inició el Proyecto de Activación Física y Fomento a la Salud en El Paisano y Coyopolan, con el que se atiende a 147 personas, entre adultos y menores de edad.
“Se trata del cuarto y último festival que realiza este rectorado y, por tanto, el último que realiza este equipo del Voluntariado de la UV. Hemos realizado un gran esfuerzo por apoyar el proyecto universitario de distribuir socialmente el conocimiento, y creo que con enorme participación hemos demostrado que todos –desde nuestras distintas disciplinas– podemos contribuir al desarrollo de nuestro estado”, expresó la presidenta del Voluntariado de la UV, Patricia Faisal León.
En su intervención, el rector Raúl Arias Lovillo dijo estar convencido que si bien finaliza una etapa, “no el compromiso de la Universidad Veracruzana de seguir apoyando a nuestras comunidades”.
Asimismo, celebró la numerosa participación de esta institución en comunidades con altos índices de pobreza y marginación.
“Tenemos que soñar que en el futuro la Universidad Veracruzana pudiese tener presencia en todos los municipios, que se multipliquen las Casas de la UV, los proyectos. Pensamos que siempre la distribución social del conocimiento apoya precisamente a que la gente tenga la oportunidad de mostrar la gran riqueza que tiene”, añadió.
El festival estuvo engalanado con el coro infantil “Camino de Sueños” de El Paisano, fundado hace siete años; así como con los ensambles infantiles de Coyopolan, proyectos que impulsa el Voluntariado de la UV a través de alumnos de la Facultad de Música.
Al término de la presentación, las gemelas Adriana y Diana –de 10 años de edad– compartieron que desde hace apenas dos años forman parte del Coro, a invitación de su amiga Griselda. “Teníamos ansias de ir al Coro, nos da mucha alegría, nos hace sonreír siempre”.
Por su parte, Concepción Guzmán Hernández y María Marina Vázquez Hernández, integrantes del Coro desde sus inicios, compartieron que a diferencia de la primera ocasión que cantaron frente al público, cuando sintieron “muchos nervios”, actualmente lo hacen con más confianza, “todo tranquilo”.
Dijeron que les gustaría que el proyecto continuara, pues “habla bien de la UV y nos motiva a seguir estudiando y seguir nuestros sueños”.
Los niños y niñas que participan en el taller Garabatos, Tramoyas y Letras que imparten alumnas y egresadas de la Facultad de Letras Españolas en las respectivas Casas UV, realizaron una lectura de su producción poética, además de una muestra pictórica de los pequeños de Las Vigas
Casi para concluir la participación de los niños, el Rector adelantó que el Voluntariado de la UV, junto con Jazzuv y la Orquesta Sinfónica de Xalapa, planearán un festival en el Teatro del Estado a efectuarse en los venideros meses, a fin de mostrar “todo esto que es algo maravilloso y que las comunidades sepan que siempre van a contar con la UV”.
Es preciso recordar que además de la muestra musical, literaria y pictórica, también se desarrolló la expo-venta de productos de artesanas y artesanos de El Paisano, Coyopolan, El Conejo, Atlahuilco, Soledad Atzompa y Alvarado, quienes son asesorados por diversas entidades de esta institución.
En la expo-venta también participó la empresa Diversificadora Agroindustrial y Comercializadora del Trópico, S.A. de C.V. –impulsada y asesorada por Diprocafé de la UV–, que tiene su sede en la región de Zozocolco y Atzalan, así como los artesanos y artesanas de lirio acuático de la laguna de Alvarado, que son apoyados por el Instituto de Investigaciones Biológicas.
Se apreciaron artesanías de agrupaciones invitadas como: Cooperativa de Artesanos “Agua y Monte de Pajapan”, agrupación “Corazón del Bosque” de Rancho Viejo, y de productores de “Bromelias en la niebla” de la cuenca del río Pixquiac, todos ellos asesorados por Sendas, Asociación Civil, y el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Asimismo, se expuso Miradas desde el humedal, fotografía participativa con pescadoras y pescadores del sistema lagunar de Alvarado, coordinada por Mariana Báez.
El festival cerró con la presentación de Huésped Groovy Jazz y una sorpresa de fusión de huapango y diversos géneros interpretada por La Manta.