El Museo Picasso, de París, inauguró el 16 de octubre de 2017 la exposición sobre la obra más erótica y sensual del pintor español Pablo Picasso: «Picasso 1932. Año Erótico».
El sexo es un tema recurrente y “motor” de toda la creación del artista español, y esta exposición se centra en su producción de ese año, 1932, abarcando su producción en esos 365 días, que fue de más de 300 obras, de la cual se logró colectar más de 150, lo que es sintómatíco de lo prolífico que fue ese año para Picasso en su pintura, pero sobre todo en el tema del erotismo, además de que incluye numerosos documentos de archivo para ubicar a las creaciones de este año en su contexto.
“Las primeras obras de Picasso en 1932 están muy marcadas por el erotismo que se va a convertir para Picasso en un motor de su pintura y en un motor de su creación”, apuntó la comisaria de la exposición, Virginie Perdrisot.
La exposición presenta las obras maestras esenciales en la carrera de Picasso como «El sueño» (óleo sobre tela, proveniente de una colección privada), la cual muestra a una mujer que toca su sexo, mientras tiene la cabeza reclinada, cuyo rostro se sobrepone con un pene.
La modelo del cuadro es Marie Therese- Walter, la amante de Picasso, quien será su musa para la mayoría de sus obras eróticas de 1932, cuando Picasso ya tenía 51 años y estaba consagrado como pintor, lo que hizo que su nombre estuviera en los libros de arte, además de que ya había presentado su primera retrospectiva.
Esta es la imagen del cuadro, el más caro de Picasso vendido a un coleccionista privado, y que fue elegida como cartel de la exposición que inauguró la semana pasada el presidente francés, Emmanuel Macron, y permanecerá abierta hasta el 11 febrero de 2018.
Ésta es una de las piezas de la exposición que con más claridad muestra el erotismo en la obra del pintor de la época, que se percibe sobre todo en mujeres voluptuosas de las que se muestra su sexo y sus senos.
La exposición es organizada en colaboración con la Tate Modern en Londres, y es un desafío que invita al visitante a seguir la producción de un año particularmente rico, en un viaje rigurosamente cronológico, y trata de comprender esta existencia que mezcla, toca y atrae a grandes y pequeños eventos y personalidades principales y secundarias.
Entre los hitos de este año excepcional está la serie de bañistas y retratos de colores y composiciones en torno a la figura de Marie-Thérèse Walter, lo que plantea la cuestión de la relación con el surrealismo.
El año es finalmente marcado por la publicación del primer volumen del catálogo razonado de la obra de Pablo Picasso, publicado por Christian Zervos, lo que sitúa al autor de Las señoritas de Aviñón, en una exploración de su propio trabajo.
El 15 de junio de 1932, Pablo Picasso es noticia: Tériade publica una entrevista con el artista en el periódico francés l’Intransigeant, cuando la retrospectiva de su trabajo se abrirá en la galería Georges Petit. Cuando el crítico introduce al artista al anunciar «Descubrirá la expresión de algunas de sus ideas que no son solo las de un pintor, sino también las de un hombre. », Picasso publica una de sus declaraciones más famosas:« El arte que hacemos es una forma de mantener nuestro periódico. Diccionarios de idiomas
Ambas declaraciones se refieren a la dimensión humana y biográfica del trabajo de Picasso que, de hecho, será cada vez más significativo ese año. El artista, ahora cara a cara con treinta años de su propio trabajo, integra la necesidad de documentar su trabajo día a día, fechando sus pinturas, esculturas, dibujos y grabados. Un procedimiento que lo hace llevar un registro de lo más esencial hasta los vestigios más modestos de su vida excepcional.