Alejandro Frank Hoeflich, físico nuclear y miembro de El Colegio Nacional, advirtió que el uso de antibióticos, especialmente los de amplio espectro, ha provocado la extinción masiva interior de microbios que son benéficos para el cuerpo humano.
Al participar en la Cátedra “Ruy Pérez Tamayo” con la conferencia “Somos legión: el mundo del microbioma. Nuestro genoma oscuro”, en la Universidad Veracruzana (UV), dijo: “Seguramente todos se preguntan ¿por qué un físico nuclear hablará sobre el microbioma? La respuesta no la sé, pero tiene que ver con el hecho de que toda mi vida estuve interesado en la biología, intenté ser biofísico pero no lo logré y tuve que ser físico nuclear. Digo yo que soy un reduccionista arrepentido”.
El estudio del microbioma, comentó, es un proyecto al que se ha dedicado en la última década. Explicó que el microbioma se refiere a los genes, a la información que portan los microbios que habitan sobre/dentro del cuerpo humano; mientras que la microbiota es la comunidad de microorganismo que viven sobre/dentro del cuerpo.
Sin embargo, dijo que siempre se ha tenido conocimiento sobre la presencia de los microbios en la vida de los seres humanos, pero se desconocía cómo estaban integrados a la humanidad porque no existían los instrumentos para observarlos.
Ahora, “los biólogos pueden ver los microbios o bacterias en pequeños platos donde los cultivan, pero el 98 por ciento de los microbios que nos habitan no pueden ser cultivados en el laboratorio porque dependen del medio ambiente interior o exterior de nuestros cuerpos”.
Mencionó que en los últimos años se conoce sobre ellos gracias al avance de la genómica, que es la capacidad de leer el ADN (la información genética). “Gracias a esto podemos darnos cuenta de la enorme cantidad de microorganismos que conviven con nosotros”.
Indicó que en los últimos años se ha descubierto que el cuerpo humano está poblado (en simbiosis) por microbios, incluso los primeros cálculos hablan de que hay más microorganismos que células humanas.
“En la boca hay entre cinco y ocho comunidades diferentes de microbios, las cuales juegan un papel importante; en la superficie de los ojos habita una comunidad grande de bacterias que es importante para su salud”, ejemplificó.
Esto muestra que el cuerpo humano no es el sistema genético que se creía, “hemos descubierto que no somos un árbol sino un bosque, una selva, un ecosistema, y así tenemos que pensar para poder enfrentar nuestra salud”, indicó.
El tener un microbioma equilibrado es esencial para tener un cuerpo saludable, ya que está estrechamente relacionado con la fisiología del mismo, de ahí la importancia de desarrollar proyectos de investigación sobre el tema, apuntó Frank Hoeflich.
Por ello, dijo que cuando acudimos al médico por alguna enfermedad, significa que está desequilibrado el microbioma y ha sido más afectado con el consumo de antibióticos, especialmente los conocidos como de amplio espectro. “El tomarlos es como poner una bomba en nuestro microbioma, acabando con diversas especies que son difíciles de recuperar”.
A esto se le llama disbiosis o disbacteriosis, que es la presencia de irregularidades microbianas dentro del cuerpo. Algunas personas podrán decir que no tienen este problema porque han tomado pocos antibióticos en su vida; pero la industria alimenticia, especialmente del pollo y carnívora, usan antibióticos para engordar a los animales.
Explicó que las empresas dedicadas a los carnícos aplicaron, en un principio, antibióticos a los animales para evitar las epidemias, pero descubrieron que engordaban debido a que el uso de estos medicamentos desequilibró el microbioma dedicado a ingerir los alimentos.
Entonces, preguntó a los asistentes: ¿No será que nosotros, al consumir esta carne plagada de antibióticos, también desequilibramos nuestro microbioma? Inmediatamente respondió: “Por supuesto que sí. En la actualidad, entre un 25 y 30 por ciento de la humanidad es alérgica al gluten, cuando llevamos 500 años en este hemisferio comiendo pan y ahora hay una epidemia, ¿por qué? El gluten es una proteína que no la digerimos nosotros, es decir, al crear un desorden en nuestro ecosistema, nuestro organismo no puede ingerir fácilmente algunos alimentos, provocando una epidemia de obesidad, diabetes y otras enfermedades”.
Por último, dijo que la disbiosis puede ser corregida, dado que en los últimos años se probaron diversos métodos para recuperar el equilibrio del microbio y mejorar la salud de las personas.
“Han aparecido epidemias y alergias múltiples que muy probablemente tienen que ver con la extinción masiva interior a nuestros microbios, los cuales nos permiten estar en equilibrio”, concluyó.