Investigadores de la UPM consiguen obtener ‘biochar’ a partir de residuos ganaderos, un nuevo material que mejora las propiedades del suelo y aumenta los rendimientos agrícolas.
Los resultados alcanzados por el grupo de investigación Valorización de Recursos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) suponen una solución óptima para gestionar el estiércol procedente de gallinas y de ganado bovino y porcino. El biochar, material obtenido tras el tratamiento térmico de estos residuos mediante pirólisis, es un fertilizante orgánico que aplicado en suelos agrícolas no solo tiene efectos positivos sobre el rendimiento de los cultivos, sino que, además, supone una importante reducción en las emisiones de dióxido de carbono comparado con la aplicación directa al suelo de los residuos ganaderos.
La producción de residuos, tanto de origen urbano como industrial o agrícola, es uno de los mayores problemas ambientales a los que se enfrenta actualmente nuestra sociedad. De hecho, el reciclado, la reutilización o la utilización de las materias primas contenidas en los residuos que generamos son algunos de los retos ambientales a los que nos enfrentamos hoy en día y en los que está invirtiendo la Unión Europea dentro de su estrategia para favorecer el uso eficiente de recursos.
Entre estos residuos se encuentran los estiércoles, que han aumentado su producción en los últimos años debido a la ganadería intensiva y cuya salida tradicional es su aplicación al suelo como enmienda orgánica. Sin embargo, tanto su elevado volumen de generación como los diferentes problemas ambientales que crean (eutrofización y contaminación de las aguas subterráneas debido a su alta concentración en nutrientes, producción de emisiones de metano y malos olores) hacen que sea necesaria la búsqueda de otras vías de gestión, entre las que destaca su tratamiento térmico mediante pirólisis para la producción a gran escala de biochar o biocarbón, que se puede definir como un material carbonoso obtenido por tratamiento térmico de biomasa a bajas temperaturas y en atmósfera inerte.
Los estudios llevados a cabo en los departamentos de Ingeniería Geológica y Minera y de Producción Agraria de la UPM han demostrado que el biochar obtenido a partir de estiércoles procedentes de ganado bovino, porcino y de gallina es un fertilizante orgánico con un alto contenido en nutrientes, en materia orgánica estabilizada y con altos valores de capacidad de intercambio catiónico, lo que justificaría su uso como fertilizante en suelos agrícolas teniendo efectos positivos sobre el rendimiento de los cultivos. Además, estos estudios han mostrado que la pirólisis de los residuos ganaderos presenta otras ventajas ambientales adicionales como son la reducción de la lixiviación de nutrientes y del volumen de residuo, la eliminación de olores y patógenos del material original, así como suponen una importante reducción en las emisiones de dióxido de carbono comparado con la aplicación directa al suelo del residuo ganadero, suponiendo un método de secuestro de carbono en la naturaleza.
Los resultados obtenidos son fruto, en parte, de la estrecha colaboración entre el grupo de investigación Valorización de Recursos de la UPM con la empresa Guía Ávila Ingenieros y la Confederación Abulense de Empresarios, interesados en buscar nuevas actividades que relancen la economía de áreas agrícolas marginales como es el Valle Amblés en la provincia de Ávila. Estos resultados son de gran interés y de aplicación práctica inmediata para asociaciones de ganaderos, agricultores o empresas del sector agroalimentario.
(UPM)