México se ubica entre los diez primeros países en el mundo donde se gradúan más ingenieros al año; sin embargo, estos recursos humanos requieren mejor formación y especialización para que puedan hacer frente a los problemas del país y lo lleven a una mayor competitividad, destacó Sergio Alcocer Martínez de Castro, presidente de la Academia de Ingeniería (AI).
Según datos recabados de distintas fuentes para conocer la formación de ingenieros en el país, la Presidencia de la República informa en su página oficial que se graduaron 118 mil ingenieros en el ciclo escolar 2012-2013, lo cual representa un incremento de 4.4% respecto a los 113 mil egresados en el ciclo anterior.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indica por su parte que los últimos 20 años el número de egresados de la carrera de ingeniería ha tenido un aumento significativo, ya que a principios de los 90 había tres planteles en el territorio nacional, y en la actualidad hay más de 80.
En México se gradúan más ingenieros que en Alemania, Brasil o España, con su sexto lugar se ubica por debajo de Rusia, que ocupa la primera posición con 454 mil egresados, seguido por Irán, Estados Unidos, Ucrania e Indonesia.
En nuestro país “existe una gran heterogeneidad entre los egresados: tenemos escuelas que forman muy buenos ingenieros y otras que no necesariamente lo hacen, por eso una de las preocupaciones de la Academia de Ingeniería es que los ingenieros se vayan superando, pero es necesario reconocer antes que no estamos formando óptimamente a los ingenieros y tenemos áreas de oportunidad para hacerlo”.
Para Alcocer, quien es también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, los ingenieros que están bien formados son los que hacen más eficiente la producción de bienes; hacen más con menos, porque esa es la tarea fundamental de los ingenieros, desde un industrial, de procesos, químico y los civiles, quienes son los que tradicionalmente la gente reconoce como ingenieros.
A lo anterior añadió que México tiene carencias de infraestructura y de desarrollo industrial que tienen que ser resueltas por ingenieros, pero también se necesita que estos profesionistas sean cada vez más especializados. “La reforma energética, por ejemplo, entraña una oportunidad y reto formidable para la ingeniería, porque los ingenieros son indispensables para un país que quiera ser innovador y más competitivo, partiendo de la base que esa prosperidad va a ser basada en el conocimiento”, dijo el actual subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Oportunidades
Sergio Alcocer reconoció que en todas las áreas de la ingeniería hay oportunidades y que uno de los retos es mejorar la calidad del profesorado de las universidades que imparten esta carrera. “Es necesario revisar los modelos educativos y adecuarlos a los actuales, que están basados en proyectos y la resolución de problemas”.
Destacó que por lo general hay más carencias en universidades donde la cobertura educativa es limitada o en universidades en proceso de maduración, pero en el país hay otras con más tiempo como en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México, y aun así tienen retos, porque la ingeniería se practica en todo el país.
“Las reformas en el área de telecomunicaciones y energía nos llevan a pensar que debemos tener más ingenieros mejor preparados, para hacer frente a la evolución del conocimiento, para que nuestros profesionistas puedan trabajar en equipo y tengan capacidad de involucrarse en ambientes multidisciplinarios y hacerlo en diferentes idiomas; hacer la ingeniería más amplia y flexible en su formación, es el reto”.
Y para avanzar hacia ese camino, Alcocer sugirió que la prioridad debe ser el fortalecimiento de la formación de los ingenieros, sobre todo en las asignaturas básicas, para que estén mejor formados en física, química y matemáticas, donde también el funcionario identificó un reto al considerar que a la universidad ingresan chicos bien formados y otros no tanto y no se necesita bajar a los que tienen buen nivel, sino subir a los otros.
Dijo que desde la Academia de Ingeniería quieren impulsar la conciencia, en el sector académico, de que se necesita una sacudida en la formación de ingenieros. “Aunque tenemos muchos de muy alta calidad, es necesario hacer una reflexión, conocemos las raíces en general y las soluciones ya las han planteado varias personas y creo que hay que retomarlas para lograr una mejor calidad”.
Entre academias
Como presidente de la AI sostuvo que su plan de trabajo está basado en la innovación, y que el primer paso en ese sentido será innovar a la propia Academia, para que se convierta en un centro de pensamiento (think tank) sobre los temas de ingeniería que son relevantes para el país, innovar en la educación y en la formación de los ingenieros.
De ahí la importancia de tener y mantener la relación con la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), “porque si queremos analizar temas relevantes para el país es importante la opinión de los científicos, no únicamente la opinión de los ingenieros. Entonces lo que queremos es tener mayor relación con la AMC”.
Reconoció que en este momento hay una coyuntura favorable, pues el presidente de la AMC, Jaime Urrutia, es también miembro de la AI y Alcocer de la AMC, por lo cual considera que existe la posibilidad de trabajar de manera más cercana, y el Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación (FOBESII) es, en opinión del subsecretario, un ejemplo de que las cosas se pueden lograr con comunicación entre las instituciones.
Al primer trimestre de 2014, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), muestran que el número total de profesionistas ocupados en el país es de 7.5 millones de personas. Las áreas con el mayor ocupación y empleo se encuentran representadas por las económicas administrativas (2,2 millones de personas); ingenierías (1.7 millones de personas) y ciencias sociales (1.02 millones de personas).