Núria Jar, SINC
Anne-Marie Imafidon (Reino Unido, 1990) creó hace un par de años Stemettes, una asociación para estimular a las jóvenes de su país hacia carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Su proyecto ya ha motivado a 2.500 adolescentes a convertirse en científicas.Esta pionera, máster en ciencias computacionales y matemáticas por la Universidad de Oxford, ha recibido de David Cameron la distinción Point of Light por ser “un modelo brillante para las chicas jóvenes”.
No esperaba que esto durara más de un año. Yo solo pretendía resolver, a mi manera, la falta de presencia femenina en el entorno STEM [acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas]. Pero, antes de que me diera cuenta, ya nos habían llamado de colegios, de empresas y hasta del Gobierno británico. Ahora ya tenemos un equipo, hemos logrado captar a unas 2.500 chicas a través de eventos, hackathons y exposiciones, y el mes que viene celebramos nuestro segundo aniversario. Ha sido una montaña rusa. Stemettes tiene tres veces más seguidores en Twitter que yo. ¡He creado un monstruo! [Ríe].
¿Qué dificultades afronta a la hora de estimular a las chicas para que sigan carreras científicas?
Hay muchas. Una es la falta de conciencia para identificar dónde están las oportunidades y qué tipo de trabajos pueden hacer si estudian una carrera STEM. Cuando les preguntamos si les gustan estas disciplinas y si se ven trabajando en ellas, a menudo responden: “¿Qué es la ingeniería?”. Otro problema es una percepción equivocada de los roles. Ser ingeniera no consiste en sentarte todo el día en un sótano oscuro con tus gafas bebiendo café.
Es usted la doctora en matemáticas y computación más joven del Reino Unido, pero no tiene pinta de nerd; al revés, está considerada como un modelo a seguir.
Me siento cómoda con esa etiqueta, pero no con su acepción al uso. ¿Quién es un modelo a seguir, Justin Bieber? Yo creo que, como sociedad, debemos mejorar el abanico de modelos que ofrecemos a los jóvenes. Tenemos alrededor muchas personas que pueden ser referentes, como las científicas e ingenieras. Sobre todo, ahora. Los emprendedores tecnológicos están en el punto de mira y necesitamos más presencia femenina en el sector.
Me saqué los certificados generales de educación secundaria del Reino Unido de matemáticas, tecnología e informática con tan solo diez años. A mí me pasó. Las chicas también podemos ser brillantes y, si eso sirve para inspirar a otras, estupendo. ¿Por qué solo Einstein puede ser un genio? Hay más tipos de genios, pero, además, ni siquiera hace falta ser uno de ellos para trabajar en el sector tecnológico.
¿Qué mujeres han sido geniales en el ámbito de las STEM?
Muchas mujeres han hecho un favor a la humanidad resolviendo grandes problemas. Una de ellas es la actriz de Hollywood Hedy Lamarr, inventora de la primera versión del espectro ensanchado que utilizamos hoy en la tecnología Wi-Fi y Bluetooth. O Stephanie Kwolek, que inventó el Kevlar, el material con el que se construyen los chalecos antibalas. Y aquí, en España, tienen a Doña Angelita, Ángela Ruiz Robles, que en 1949 creo el prototipo para el primer libro electrónico de la historia. ¿Cuántos españoles la conocen?
La verdad es que menos de los que deberían. ¿Qué ha cambiado desde la época de Doña Angelita a la nuestra?
El mundo en el que vivimos ahora es muy diferente, sobre todo desde la irrupción de internet. Me duele que tan pocas chicas estén en él. Hace poco he empezado a preguntarme cómo sería la vida si las mujeres hubiesen liderado las start-ups tecnológicas. En inglés tenemos una frase hecha para este tipo de especulaciones: “¿Qué pasaría si el zapato estuviese en el otro pie?”.
¿Qué pasaría?
En general, las mujeres son más altruistas que los hombres. Quizás muchas chicas no se hayan planteado que también pueden ayudar a los demás siendo ingenieras. Por ejemplo, con sus conocimientos pueden construir un puente que no se caiga y ayudar a la gente a cruzar el río. Fíjate en Ciara. Con 16 años, ella y sus amigas Sophie y Émer ganaron el concurso Google Science Fair. Su proyecto consiste en una bacteria que acorta el proceso de germinación de determinados cultivos. Si el sueño de Ciara se convirtiera en realidad, acabaría con el hambre en el mundo.
http://youtu.be/WZbS8CbsE6k
Qué nuevas ideas tiene en mente para estimular potenciales como el de Ciara?
Voy a pasar las próximas vacaciones de verano en una casa en Londres donde acogeremos a 45 chicas para hacer prácticas y ofrecerles financiación que impulse sus proyectos. Además, crearemos un entorno donde puedan entrar en contacto con otras personas como ellas.
Cuando usted era pequeña, ¿quiénes fueron sus fuentes de inspiración?
No fui consciente de que era una mujer en el sector tecnológico hasta hace dos años. Mis referentes han sido personas con las que me sentía identificada, como el inventor de la web, Tim Berners-Lee. Pensaba “este tío es británico, como yo, y ha hecho algo que utilizamos todos”. Yo quería ser una británica, como Tim Berners-Lee, capaz de crear algo que utilizara todo el mundo.
¿Ser joven, mujer y negra lo hace todo más difícil?
No lo creo. En cierto modo, estoy matando dos pájaros de un tiro porque soy mujer y negra a la vez. No hago esto solo para las chicas blancas ni solo para la gente negra. Hago esto para cualquier persona que tenga un cerebro y no esté incluida en los roles dominantes. Mira a tu alrededor, ¿cuántas personas negras hay en tu ambiente laboral? Si trabajas en una empresa que vende productos también a mujeres negras, ¿por qué no las contratas? Igual te ayudan a vender un poco más… [ríe].
Si algún día tiene una hija, ¿cómo se imagina su futuro?
Cruzo los dedos para que todo sea muy diferente [ríe]. Y también cruzo los dedos para que Stemettes ya no exista; que cualquier cosa que hagan mis hijos o mis hijas dependa completamente de su esfuerzo. Mi sueño es que no tengan problemas por ser chicas, negras o cualquier otra razón. Que sigan su pasión y puedan ayudar a la humanidad.