Un zoológico chileno logró una segunda reproducción exitosa en menos de dos años de un hipopótamo pigmeo macho, lo que supone una nueva aportación a la conservación de esa especie que está en peligro de extinción.
Lo que transforma este nacimiento en algo aún más importante e inusual, es el género de la nueva cría: un macho, al igual que “Inocencio”, quien nació en Buin Zoo en diciembre de 2011. La importancia de que sea un nuevo macho el que llega al mundo, es que este nuevo ejemplar ayudará a equilibrar la histórica escasez de machos de la población zoológica mundial, apunta el Buin Zoo en su información.
Según anunció el Buin Zoo, situado a unos 30 kilómetros al sur de Santiago, el ejemplar nació el pasado 9 de julio tras un periodo de gestación de siete meses y un parto que duró ocho horas, pesó 6,9 kilos y su nombre se decidirá a través de una votación en el sitio web del zoológico; su desarrollo ha sido adecuado y después de tres semanas de nacido pesa 13 kilogramos y la expectativa es que llegue a los mismos 250 kilogramos que pesan sus padres.
«Coca», la madre del ejemplar, es uno de los dos ejemplares de Hipopótamo Pigmeo (Hexaprotodon liberiensis)
El equipo del Buin Zoo logró registrar en vídeo HD del momento exacto del parto del animal, grabación que será compartida con la comunidad científica internacional y que contribuirá a conocer un poco más la ecología reproductiva de esta especie.
La cría está separada de “Hipólito”, el padre, y de “Inocencio”, su hermano, estando exclusivamente junto con su madre, a modo de fortalecer el vínculo maternofilial, y darle a Coca toda la tranquilidad necesaria en este período para criar a su pequeño; pasados unos ocho meses, se cumplirá el periodo de cuidados maternales, la cría estará más fuerte y podrá valerse por sus propios medios. Para entonces, se planificará su traslado a otro centro donde pueda contribuir a perpetuar su especie. Inocencio fue el primero de los hipopótamos pigmeos que nació en el bui Zoo
El nuevo ejemplar, tuvo la fortura de que los veterinarios del zoológico conocían ya la buena predisposición de la madre a cuidar de su cría. El rechazo puede ocurrir cuando los animales sufren de stress producto de algunas condiciones de alojamiento y/o manejo
Tal como se preveía, todo transcurrió sin mayores incidentes, aún cuando la posición de parto de este pequeño hipopótamo fue invertida, esto es, la expulsión tuvo lugar con las patas traseras por delante, lo que alargó la duración del parto hasta un punto en que se pensó en intervenir por parte del equipo veterinario.
Pese a lo que muchos pueden pensar, esta especie de Hipopótamo Pigmeo (Hexaprotodon liberiensis) presenta marcadas diferencias con respecto al Hipopótamo común (Hippopotamus amphibius). Además del tamaño y el peso (cerca de un décimo con respecto a la especie común), la especie Pigmea habita más en la tierra que en el agua, cosa que es radicalmente opuesta en la otra especie; más relevante aún resulta su vida solitaria, a diferencia del comportamiento gregario de su pariente mayor, y su carácter muy reservado y esquivo dentro de la jungla, a lo que muy probablemente debe la especie haber sobrevivido hasta nuestros días.
En términos científicos, este nacimiento es un nuevo aporte a la conservación ex – situ de la especie (fuera de su medio natural), pues el Hipopótamo Pigmeo es una especie en peligro de extinción. Además de ser difícil encontrarlo en su estado natural, también es escaso en cautiverio, con no más de 300 ejemplares en todo el mundo. De hecho, sólo 4 zoológicos en toda Latinoamérica cuentan con ejemplares de Hipopótamo Pigmeo.
En lo que a Conservación en cautividad de la especie se refiere, tanto esta nueva cría como Inocencio partirán en un futuro cercano a otros zoológicos con programas de reproducción de Hipopótamos Pigmeos, para fortalecer genéticamente la población mundial cautiva y garantizar su supervivencia en el planeta. Inocencio se emparejará en breve con una hembra canadiense en el Zoo de Nueva Inglaterra, en Estados Unidos; y el nuevo macho se espera que sea enviado el año que viene a un zoológico en Japón, país donde habita una pequeña población de la especie, pero en una relación 1:10 entre machos y hembras; por ello es necesario el aporte nuevos machos.
Los datos que se vayan obteniendo con el tiempo, referidos tanto al nacimiento de la cría como a su desarrollo, serán compartidos con la comunidad científica mundial a través del libro de cría internacional (ISB: International Studbook), programa de manejo y registro que reúne los datos de todos los individuos de esta especie a nivel mundial en colecciones zoológicas. De esta forma Buin Zoo contribuirá con datos certeros a entregar información que permita a toda la comunidad de conservación zoológica mundial conocer más de esta especie.
Otra particularidad de los ejemplares con los que cuenta Buin Zoo es su nacionalidad: Mientras Coca arribó desde Buenos Aires, Argentina, en agosto de 2003, Hipólito lo hizo en abril de 2006 desde Bruselas, Bélgica. Seis años después de la llegada del macho, se concreta el nacimiento de esta cría chilena de padres belgas y argentinos.
En términos biológicos generales, y particularmente en relación a su ecología reproductiva, se sabe muy poco de esta especie en el medio natural,