Xurxo Mariño, doctor en biología por la Universidad de Santiago de Compostela y especialista en neurofisiología, es además un divulgador de primera. Con sus cafés-teatro científicos y su espectáculo Discurshow, lleva la ciencia donde está la gente. En su último libro Neurociencia para Julia cuenta los principios de esta ciencia para todos los públicos.
¿Quién es Julia?
Julia puedes ser tú si tienes en tu interior la curiosidad por saber cómo funciona tu sistema nervioso y tu mente. Julia es cualquier persona que tenga curiosidad por saber cómo esa máquina que llevamos dentro del cráneo construye nuestro ‘yo’ todas las mañanas cuando nos despertamos. Yo creo que todos deberíamos tener esa curiosidad.
Entonces, ¿Neurociencia para Julia está dirigido a todos los públicos?
Si. Está escrito como si estuviésemos en un bar tomándonos unas birras y yo te contara mi idea de cómo funciona la maquina que tenemos ahí dentro. El primer capítulo es un poco más parecido a un libro de texto. Cuenta los principios básicos de la organización del sistema nervioso y su estructura. Después de este capítulo inicial, más convencional, me relajo.
¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
Fue una propuesta de la editorial. Me propusieron escribir un libro general sobre el sistema nervioso. Me dediqué un año y pico a leerme todos los libros de divulgación de
neurociencia para hacerme una idea lo que yo podría aportar. Quería hacer un libro que no contara lo mismo que todos los demás. Una vez que tuve más o menos clara la idea general, me aparté de internet y de mi biblioteca, y escribí el libro en un mes, de memoria.
La neurociencia es complicada, ¿encontró muchas dificultades al contársela a Julia?
El ‘cacharro’ que llevamos ahí dentro es muy complejo, pero explicarlo no tiene por qué serlo tanto. Como aún conocemos poco sobre él, podemos ir contando algunos de sus principios básicos de funcionamiento. Pero en procesos más complejos, como los sentimentales, todo es divagación y ahí Neurociencia para Julia no entra. Me concentré solamente en aquello que sabemos con cierta seguridad y que se puede contar a alguien que no sea especialista.
¿Cuál es el truco para enganchar al lector?
Yo creo que como con todo, el truco es tenerlo claro. Si tú no tienes clara una idea, no se la puedes contar a nadie. Solo cuando entiendes bien algo lo puedes sintetizar y explicar de una manera fácil. Los conceptos básicos yo los entiendo e interpreto bien, porque es mi campo de investigación.
Además de neurocientífico, es conocido por sus charlas de divulgación en bares.
Los cafés-teatro científicos surgieron como una manera de hacer charlas en bares de España y sobre todo de Galicia. Es una idea que surgió mundo anglosajón y nosotros incorporamos el actor para hacerlo todavía más atractivo. Participamos uno o dos científicos y uno o dos actores que se preparan un monólogo sobre el tema.
Son veladas muy agradables.
También en Londres ha estado la semana pasada divulgando en bares, ¿verdad?
Sí, di una charla sobre los efectos de los móviles en la salud para la inauguración de Science in the Pub, una serie de sesiones en bares, organizadas por la asociación de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU).
¿Y el Discurshow?
El Discurshow es lo más ambicioso que he hecho en divulgación. Es una charla científica vestida y adornada con un montaje teatral, sonidos, imágenes y el trabajo del actor Vicente de Souza. Él me ayuda a hacer más atractiva la ciencia que yo quiero transmitir. No se hace en bares, sino en auditorios porque necesitamos focos, un buen sonido, llevamos un poco un atrezo y montamos un escenario.
¿Qué hay de cierto en la famosa frase que dice que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro?
No sé muy bien de donde ha salido, pero no es cierto. Todas las neuronas que tienes, en algún momento, las estás utilizando. Las neuronas son células muy particulares, y cuando no tienen actividad metabólica, degeneran y son eliminadas por el sistema. Cuando nacemos tenemos muchas más neuronas de las que después vamos a utilizar.
¿Cuántas vamos a necesitar para leer Neurociencia para Julia?
Para leer el libro las necesitarás todas, igual que para mascar un chicle. Mientras lo leas estarás utilizando neuronas para generar los movimientos de la cabeza y los ojos que permiten focalizar la vista en el libro. Otras participarán en el procesamiento del sistema visual, que se encarga de convertir las descargas eléctricas en algo con una entidad semántica. Otras se encargarán de darle sentido a las palabras o de almacenar en la memoria lo que vas leyendo. Además de todo esto habrá otro montón que se encarguen de mantener el estado global de activación y otras que regulen las necesidades energéticas de tu cuerpo, dependiendo de si vas leyendo el libro mientras caminas, o si estas sentada.