En el trabajo de genética forense hay que tener valor, porque se ve y convive con la muerte todos los días, expresó Rita Adriana Licea Cadena, perito en genética forense de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado de Veracruz y egresada de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV).
Ella dictó la conferencia inaugural “Genética forense” con motivo del festejo del Día del Químico organizado por la citada entidad académica, el cual se realizó en el auditorio de la Facultad de Arquitectura. La jornada fue inaugurada por Margarita Saavedra Vélez, directora de QFB, acompañada de María del Socorro Vicarte Palmeros, secretaria Académica; Eduardo Rivadeneyra Domínguez, coordinador docente, y Minerva Hernández Lozano, colaborador docente.
En su oportunidad, los académicos coincidieron en decir que esta actividad es muy fructífera para quienes estudian y se desempeñan en el campo de laboratorista clínico, y en general de QFB.
Al compartir su experiencia como perito en la PGJ, Rita Adriana Licea comentó que la disciplina de genética forense es un campo relativamente reciente, por lo que debe ser considerado por los universitarios como un área más en donde desempeñarse como profesionistas, dado que –adelantó– se plantea abrir un laboratorio de servicios periciales en cada una de las oficinas que la dependencia estatal tiene distribuidas en todo la entidad.
Destacó que en México sólo hay poco más de 100 peritos en genética forense, “es un nicho nuevo para estudiantes y egresados, ya que cada vez se abren más laboratorios y se solicita más personal”.
Actualmente, mencionó, en el Laboratorio de Servicios Periciales de la PGJ laboran cuatro químicos farmacobiólogos, dos químicos clínicos y un biólogo, todos egresados de esta casa de estudios, quienes están en constante capacitación a fin de conocer lo más moderno tanto en metodologías de levantamiento de pruebas como en equipo.
“El trabajo que hacen los peritos implica mucha responsabilidad, porque somos los encargados de manejar los indicios de un hecho violento, de un homicidio, de un secuestro o de un robo –que es único e irrepetible–, el cual debe velarse y cuidarse porque del dictamen pericial resultará si una persona sale libre porque es inocente o va a la cárcel porque es culpable”, destacó.
Licea Cadena destacó que para desempeñar este trabajo se debe tener mucho valor, pues implica tener que aprender a manejar e incluso dominar las emociones, dado que de un mal o buen manejo de las pruebas periciales levantadas en una escena del crimen depende todo un caso, “de nosotros también depende la justicia”, enfatizó.
Por último, conminó a los estudiantes a continuar con su preparación educativa y ser responsables en cualquier área en la que deseen desempeñarse.