Investigadores del Departamento de Electrónica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) patentaron un sistema automatizado para diagnosticar y corregir la visión de pacientes con estrabismo, trastorno en el cual los dos ojos no se alinean en la misma dirección y, por lo tanto, no miran al mismo objeto al mismo tiempo.

La afección se conoce comúnmente como «ojos bizcos» (estrabismo convergente) y es un padecimiento que afecta a una de cada 10 personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, y para el cual no hay suficiente información estadística en México.

El doctor Víctor Rogelio Barrales Guadarrama, investigador del Departamento de Electrónica de la Unidad Azcapotzalco, explicó que el sistema patentado es capaz de evaluar el grado de estrabismo en una persona diagnosticada con este trastorno, como lo hacen los equipos oftalmológicos comerciales de su clase.

Indicó que el padecimiento se puede diagnosticar, incluso, por simple inspección, ya que es manifiesta la desviación de uno o ambos ojos en el paciente. Sin embargo, es crítico para la corrección del trastorno evaluar el grado de la restricción oculomotora provocada por el estrabismo, con lo cual se puede iniciar un tratamiento para alinear la visión del paciente.

El sistema, cuya patente se otorgó en mayo de 2013, automatiza la prueba estándar utilizada por los oftalmólogos para cuantificar el grado de estrabismo, conocida como prueba Hess-Lancaster. Se sabe que lentes especiales son capaces de corregir el daño oculomotor de los pacientes con estrabismo, pero éstos han de graduarse de acuerdo con el grado de la restricción oculomotora. Esto se consigue a partir de los datos proporcionados por la prueba, los que permiten determinar el número de dioptrías con que debe contar el lente.

El investigador añadió que el nuevo sistema oftalmológico para llevar a cabo la prueba Hess-Lancaster ha sido patentado con base, principalmente, en su ventaja para obtener, con mayor precisión, los resultados de la prueba de cara con respecto a la técnica tradicional.

Una vez que los datos proporcionados por el equipo han permitido establecer el número de dioptrías necesarias de la lente correctora, el oftalmólogo manda a fabricarla y el paciente lo usa durante un determinado tiempo, según la gravedad del problema. En la siguiente visita, se constata el avance de la corrección para volver a graduar la lente hasta corregir totalmente la desviación ocular. Cuando el ojo alcanza su posición correcta se retira la lente.

Advirtió que no todas las personas con estrabismo son candidatas a este tratamiento, por ejemplo, las personas con un alto grado de ceguera ya que, como la prueba depende de la colaboración del paciente y de una correspondencia retiniana normal, el padecimiento secundario hace imposible determinar un número de dioptrías con la prueba Hess-Lancaster: “algunos pacientes no son susceptibles del tratamiento y deben ser tratados quirúrgicamente, lo que resulta en una solución rápida pero no precisa”, apuntó.

Al referirse al diseño de esta nueva técnica, el doctor Barrrales Guadarrama afirmó que la contribución del Área de Investigación de Sensores y Procesamiento de Señales fue automatizar el procedimiento con el fin de que el médico oftalmólogo cuente con una herramienta que le permita hacer mediciones exactas y, por tanto, ofrecer un diagnóstico más certero mediante gráficas: “con la información generada por el nuevo equipo, los lentes que se fabrican especialmente para el paciente, resultan muy bien graduados y mejor adaptados, lo que no ocurría anteriormente”, subrayó el investigador.

Sostuvo que la técnica se puede aplicar a todas las personas con estrabismo, independientemente de su edad, aunque la recuperación es pronta en pacientes jóvenes, ya que sus músculos y sus cartílagos “son dúctiles”. La recuperación puede llevar de cuatro a ocho meses, dependiendo del grado de estrabismo. Advirtió que si no se atiende a una temprana edad, el problema es más difícil de revertir en la edad adulta.

El doctor Rogelio Barrales explicó que la técnica Hess-Lancaster actualmente se aplica manualmente “y lo que nosotros hicimos fue automatizarla para tener una prueba más rápida y exacta”, beneficio que se debe al desarrollo que ha alcanzado la computación, particularmente en el aspecto del procesamiento digital de imágenes.

Tras señalar que la patente registrada con el título “Sistema y método para el procesamiento digital de imágenes en la evaluación del estrabismo mediante la prueba de Hess-Lancaster” se otorgó en mayo de 2013, afirmó que el trabajo de investigación surgió de una necesidad específica de los oftalmólogos, “y con este trabajo demostramos que esa necesidad ha quedado resuelta”. Lo que sigue para el grupo de trabajo del Área de Sensores y Procesamiento de Señales, es promover su uso en las clínicas oftalmológicas del país.

Para ello es necesario que los médicos se convenzan de que la técnica funciona mejor que la tradicional, por lo que se buscará hacer demostraciones y validaciones entre médicos oftalmólogos de prestigio en el país, especialmente con los que trabajan en el Hospital de la Luz, que es uno de los más reconocidos en México.

“Lo que al final queremos, es que se beneficie la gente, principalmente aquella que carece de recursos y que no tiene fácil acceso a  este tipo de tratamientos”, dijo el investigador, quien añadió que otra de las ventajas de este método consiste en que en su materialización sólo se requiere una inversión mínima, con lo que se garantiza la accesibilidad a todo paciente que lo necesite.

Entre las clasificaciones de estrabismo se encuentran los pacientes que ven hacia adentro (endotropía), los que miran hacia afuera (exotropía), los que ven para arriba (hipertropía), y los que posicionan la mirada hacia abajo (hipotropía).

Hay estrabismos especiales como el paralítico, que se caracteriza porque uno de los ojos no alcanza a “detenerse” cuando se dirige la mirada hacia un lado y en ocasiones se nota muy poco.

En resumen, cuando se obstruye el paso de la luz hacia la retina y ésta no se estimula, el paciente puede presentar algún tipo de estrabismo.

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