Parte del acervo pictórico del siglo XIX de la Universidad Veracruzana (UV), albergado en el Museo de Arte del Estado de Veracruz, se expondrá en el Palacio de Cultura Banamex, ubicado en el centro de la Ciudad de México, a partir del 26 de julio y hasta el 30 de septiembre.
La obra que será expuesta es del pintor José Justo Montiel, perteneciente a la llamada Escuela Veracruzana de Pintura. Debido a que ha sido poco difundida fuera de su estado natal, la UV unirá esfuerzos con el Instituto Veracruzano de Cultura, Fomento Cultural Banamex, A.C., y la Fundación Roberto Hernández Ramírez, A.C., para dar a conocer la producción más significativa del artista.
La obra de Montiel se dio a conocer en 1942 en la Galería Decoración de la Ciudad de México, en una época en que se empezaba a revalorar el arte decimonónico realizado en los diferentes estados de la República. Dos años después el Palacio de Bellas Artes fue sede de la exhibición de varios óleos del artista y de otros pintores veracruzanos.
Por su singularidad, se les consideró como una Escuela Regional Veracruzana, en el entendido de que los pintores se habían formado sin ninguna influencia de la academia, y que su producción era considerada como un arte ingenuo o popular; no obstante ahora se sabe que algunos de ellos sí tuvieron una formación académica.
Tal fue el caso de José Justo Montiel, quien a los 14 años inició sus estudios de pintura en el taller del maestro Gabriel Barranco. Más tarde ingresó a la Academia de San Carlos, donde fue alumno de Pelegrín Clavé. Algunos de sus condiscípulos fueron Tiburcio Sánchez, Fidencio Díaz de la Vega, Ramón Sagredo y Felipe S. Gutiérrez, con quienes guardó una buena amistad a lo largo de los años.
José Justo regresó a Orizaba en 1860 y por su taller pasaron personajes de la sociedad orizabeña, a los que retrató con maestría. Su relación con el clero secular y regular se hizo evidente en sus trabajos. Sus obras dan testimonio también, por ejemplo, del recibimiento que se dio a Maximiliano y Carlota a su paso por Orizaba en 1864. Otros géneros en los que incursionó fueron los paisajes, los temas religiosos y algunos bodegones.
Como otros pintores de su época, recorrió el país dejando varios testimonios de su arte. José Justo Montiel nunca perdió su personalidad artística. Sus obras presentan tendencias que lo separan de las enseñanzas de su maestro catalán Pelegrín Clavé. En algunos retratos maneja con maestría las luces y sombras, con las que modela los rostros, y con fina sensibilidad logra el parecido no sólo físico sino psicológico de los modelos que posaron para él. Sus paisajes son un testimonio del hermoso entorno veracruzano, región amada por el pintor.
La exhibición estará en el Palacio de Cultura Banamex, ubicado en el Palacio de Iturbide en la Calle Madero número 17 del Centro Histórico de la Ciudad de México, del 26 de julio y al 30 de septiembre.