El plátano, cuarto cultivo en importancia a nivel mundial –después del maíz, trigo y arroz–, constituye una fuente de carbohidratos que da energía a aproximadamente 400 millones de personas en el mundo, informó Paloma Violeta Susan Tepetlán, estudiante de doctorado en el Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV), al presentar su trabajo de tesis “Importancia del sistema producto plátano en la región de Tlapacoyan, Veracruz”.

         La participación de la también docente de la Facultad de Biología campus Xalapa, con Maestría en Ciencias, se dio en el marco del VIII Simposio Interno de Investigación y Docencia del Inbioteca, organizado con motivo del décimo aniversario de dicho instituto.

         Susan Tepetlán expuso que el plátano –monocotiledónea– tuvo su origen en el suroeste de Asia, principalmente en las regiones de la India y la Polinesia, aunque fue en Malasia e Indonesia donde se dio una mayor diversidad.

         Explicó que su domesticación inició hace aproximadamente siete mil años en el suroeste asiático, debido principalmente a hibridaciones relacionadas con la migración de quienes habitaban esas zonas, dispersándose posteriormente por propagación vegetativa, llegando al Pacífico, luego al Oriente Medio y África. Sin embargo, indicó, se considera que los españoles y los portugueses fueron el instrumento para llevar el plátano al resto del mundo.

         “El continente americano se considera como la última etapa en la colonización del plátano, que fue obtenido primero por los portugueses en Guinea o Filipinas, luego trasladado a las Islas Canarias, de donde fray Juan de Berlanga llevó una planta de la variedad dominico a lo que actualmente conocemos como República Dominicana, de ahí fue trasladado a Cuba en 1529, para luego traerlo, en 1531, a México.”

         Paloma Violeta Susan precisó que de acuerdo a investigaciones realizadas, se considera la probabilidad de que este producto haya ingresado a nuestro país por el puerto de Veracruz, y de este punto se diseminó a las regiones cálidas mexicanas.

         Durante su exposición, Susan Tepetlán mencionó que el plátano se cultiva en 15 estados del país, entre los que Veracruz es el primer productor nacional, después de ocupar el tercer lugar en 2012. La producción veracruzana se sustenta en dos regiones: la cuenca del Papaloapan y la zona norte, en donde se localiza el municipio de Tlapacoyan, que junto con el de Atzalan constituyen los dos principales centros productores.

         Fue precisamente en el primero de estos municipios en el que basó su trabajo de investigación, en el que establece que la llegada de esta planta a Tlapacoyan se dio a finales del siglo XVI junto con el cultivo de la naranja ácida y el algodón. A la fecha el dominico, la variedad de plátano que más se cultiva en la zona, se combina en policultivo con café, cítricos y algunas especies maderables.

         Indicó que 80 por ciento de la economía del municipio se sustenta en el desarrollo de la agricultura, en la que se identifican dos tipos de productores: los que tienen un cultivo tecnificado y los que practican el cultivo como medio de subsistencia.

         Destacó que para la investigación se encuestó a pobladores de las comunidades de Atzalan, Buena Vista, Platanozapan, San Isidro, Otra Banda, Pochotitán y Santa Cruz.

 

Buscan combatir la Anastrepha ludens

Yair de Jesús Contreras Navarro, estudiante de la Maestría en Ciencias Agrícolas, expuso el tema “Efecto de la edad en la competitividad sexual de Anastrepha ludens cepa Tapachula 7”.

         El ponente presentó los resultados de su investigación que muestra una mutación genética de la Anastrepha ludens –mosca mexicana de la fruta– que fue descubierta en Tapachula, Chiapas.

         Su trabajo consiste en la liberación exclusiva de insectos machos, “porque son agentes inductores de esterilidad y al ser liberados tenemos la certeza de que se van a aparear con hembras silvestres, con esto se busca ir devastando la cepa bisexual que estaban utilizando anteriormente para combatir la plaga”.

         Subrayó que es importante saber a qué edad se debe liberar a los adultos, ya que éstos, cuando emergen, tardan hasta cinco días en centros de empaque.

         Es conveniente recordar que las larvas de la Anastrepha ludens son altamente destructivas, pues una sola hembra puede infestar hasta dos mil frutos a lo largo de su vida, además de que propicia la entrada de diversos organismos que provocan la putrefacción temprana de los frutos infestados.

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