“Poppy” es el primer robot humanoide de código abierto impreso en 3-D y eso hace que deje de ser una herramienta exclusiva para científicos y/o fanáticos de la electrónica, y fue elaborado así para que cualquiera pueda armar el suyo con una impresora 3D y su comportamiento sea programado por el usuario.
El Dr. Pierre-Yves Oudeyer, concesionario del Concejo de Investigación Europeo (ERC, por sus siglas en inglés), presentó a Poppy (Amapola, en inglés) y refirió que el equipo de desarrolladores planea usar el robot como entrenamiento vocacional en las escuelas, dándole la oportunidad a los alumnos de programar y experimentar con robots impresos en 3D con características varias.
Poppy fue desarrollado en Francia por el equipo del FlowersLab, del Instituto Nacional de Investigación en Informática y Automática (INRIA), el cual crea modelos informáticos y robóticos como herramientas para entender los procesos de desarrollo en los humanos. El Dr. Pierre-Yves Oudeyer, quien tiene una Concesión Inicial en Ciencia Computacional e Informática, otorgada por el ERC, comenta: “Los avances ofrecidos por las impresoras 3D han revolucionado el diseño y la industria. Sin embargo, muy poco se ha hecho para explorar los beneficios de la impresión 3D y su interacción con la ciencia computacional en los salones de clase. Con la plataforma Poppy, les ofrecemos a las escuelas y maestros una herramienta adecuada para cultivar la creatividad de los estudiantes de disciplinas como la mecánica, ciencias computacionales, electrónica e impresión 3D”.
Oudeyer menciona que al ser de código abierto tanto el hardware como el software, habrá más de un robot humanoide Poppy , para existir tantos como usuarios: “Esto lo hace muy atractivo ya que ha pasado de ser una mera herramienta tecnológica a una verdadera plataforma social”, enfatiza
Poppy es también compatible con la plataforma Arduino, que permite al robot interactuar con otros instrumentos electrónicos, incluyendo ropa inteligente, luces, sensores e instrumentos musicales.
Hazlo tú mismo en las escuelas.
El Dr. Oudeyer, Director de Investigaciones en INRIA, planea extender el uso de esta tecnología más allá de los laboratorios, particularmente al sector educativo. Al comentar sobre la iniciativa Poppy, Máire Geoghegan-Quinn, Comisionada de la Unión Europea para la Investigación, Innovación y Ciencia, dijo: “Esto es un gran inicio para un proyecto del ERC: una plataforma de bajo costo que pudiera fomentar un ambiente de aprendizaje mucho más interactivo e inspirador, permitiéndole a los estudiantes conectarse con la investigación y el diseño.”
La plataforma Poppy existe gracias al proyecto “Exploradores”, financiado por el ERC, en el que el Dr. Oudeyer estudia los mecanismos de aprendizaje y desarrollo mediante el uso de robots. “Nuestra hipótesis es que el cuerpo es una variable esencial en la adquisición de habilidades sociales y motrices en los humanos. Para estudiar esta teoría necesitábamos crear una plataforma que permitiese la experimentación expedita de nuevas morfologías robóticas. Esto nos llevó a la plataforma Poppy”.
Oudeyer remarca: “Mi concesión del ERC fue esencial al desarrollar habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico en robótica. Estaría satisfecho si los estudiantes que necesitan más educación en ciencias computacionales, programación y diseño pudiesen entrenar usando a Poppy y quizás, posteriormente, ser capaces de encontrar un trabajo en el sector de robótica”.
Encuentros transfronterizos
Poppy también permitirá a los usuarios compartir sus ideas y resultados de una manera colaborativa por medio de una plataforma web destinada a reunir gente a través de las fronteras de escuela, arte, ciencia e industria.
El equipo del Dr. Oudeyer ya ha usado a Poppy en otros campos, incluyendo las artes. En un programa actual de residencia artística llamado “Etres et Numériques”, el equipo trabajó con un bailarín y un artista visual para explorar, mediante el uso del robot, las emociones y percepciones de las expresiones corporales y movimientos.
En su reciente plática TEDxCannes, el Dr. Oudeyer explicó cómo es que los robots bebés de código abierto pueden ayudar a los científicos, y en si a la sociedad, a entender mejor los misterios humanos del aprendizaje, la curiosidad y la adquisición de lenguaje.