Las tasas de fertilidad siguen disminuyendo a nivel mundial, y algunos ya advierten sobre un posible “colapso demográfico”. Sin embargo, el informe sobre el Estado de la Población Mundial del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) muestra que la verdadera crisis a la que se enfrenta el mundo no tiene que ver con la despoblación, sino con la pérdida de la capacidad de acción en el ámbito reproductivo: la mayoría de las personas quiere tener hijos y muchas personas desean más hijos de los que pueden tener.
Bajo el lema “Empoderar a la juventud para que puedan formar las familias que desean en un mundo justo y lleno de esperanza”, el Día Mundial de la Población de 2025 (celebrado el 11 de julio) pone de relieve este desafío, con el objetivo de asegurar que las y los jóvenes cuenten con los derechos, recursos y oportunidades para decidir su propio futuro.
La inseguridad económica, la desigualdad de género, el limitado acceso a una atención sanitaria y a una educación, la crisis climática y los conflictos son algunos de los principales obstáculos a los que se enfrenta la juventud. Según una encuesta del Fondo de Población y YouGov a más de 14.000 personas en 14 países, la mayoría de jóvenes deseaba tener más hijos, pero se lo impedían barreras sociales, económicas o de atención sanitaria.
Para dar una respuesta eficaz a las tendencias demográficas mundiales, los dirigentes deben priorizar las necesidades y las opiniones de los jóvenes. Necesitan algo más que servicios: necesitan esperanza, estabilidad y un futuro por el que merezca la pena planificar. Como dijo un joven activista al UNFPA: «Los jóvenes no solo piensan en sus futuros hijos, sino también en el mundo que esos hijos heredarán». Defender sus derechos es fundamental para el desarrollo sostenible, la paz y la dignidad humana.
¿Sabías que…?
- Casi 1 de cada 5 personas afirma que el miedo a lo que pueda deparar el futuro —como el deterioro medioambiental, las guerras o las pandemias— había provocado o iba a provocar que tuvieran menos hijos de los deseados.
- Factores económicos como el acceso a la vivienda, el costo del cuidado infantil o la inestabilidad laboral son limitaciones a la hora de decidir el número de descendientes que pueden tener las familias. El 39 % señala que las dificultades financieras han afectado su decisión de tener más o menos hijos.
- La edad media mundial para tener hijos ha ido aumentando y ahora se sitúa en los 28 años.
- Casi el 20 % de los adultos en edad reproductiva creen que no podrán tener el número de hijos que desean.
- El acceso a la atención sanitaria en materia de reproducción sigue siendo un reto, ya que el 18 % afirma tener dificultades para obtener anticonceptivos o servicios relacionados con la fertilidad.
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