La novela Pedro Páramo de Juan Rulfo tuvo en su primera traducción al francés graves omisiones y cambios que alteran completamente el estilo narrativo del escritor jalisciense, manifestó Dalia Gutiérrez Lagunas, egresada de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana (UV).
Con la ponencia “De Comala a Gallimard, un análisis comparativo: la distancia entre Pedro Páramo y su traducción al francés”, la universitaria participó en la actividad “Martes de Lectores y Lecturas” en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), el pasado 15 de octubre.
Gutiérrez Lagunas presentó ante los asistentes diversos ejemplos de cómo el traductor de la Editorial Gallimard, Roger Lescot, modificó e incluso omitió fragmentos del texto en su versión al francés.
Lescot, el encargado de traducir la primera edición al francés, es “un personaje muy oscuro” del que existe poca información disponible, entre la cual se menciona que era orientalista y estudioso de la cultura del pueblo kurdo y su poesía, detalló.
Por otro lado, Rulfo es un autor con una escritura en la que están presentes los silencios, marcados por puntos suspensivos y frases cortas. Es una característica de Pedro Páramo, que además puede considerarse como una novela visual y sensorial, porque están presentes los sonidos de animales y de circunstancias como el sonido del agua al caer o las propiedades de los objetos al ser iluminados por el sol.
Dalia Gutiérrez refirió que su interés sobre el tema comenzó en la estancia de movilidad estudiantil que realizó durante un semestre en Montreal, Canadá, de agosto de 2009 a principios de 2010. Ahí conoció a una profesora que le comentó acerca de la mala traducción de la obra al francés.
A partir de ahí la joven tuvo el interés de realizar su trabajo recepcional sobre el tema, sin embargo “era un trabajo que no me querían aceptar porque había la idea de que era una tesis de idiomas”. Afortunadamente la canalizaron con el maestro Mario Muñoz, quien aceptó revisar su propuesta.
Su estancia semestral ocurrió en el Departamento de Estudios Hispánicos y en el Departamento de Estudios Franceses de la Universidad de Montreal, dado que su intención era mejorar el idioma y encontrar temáticas para el trabajo recepcional.
La universitaria explicó que solamente hay dos traducciones al francés de Pedro Páramo, una de 1959 y otra de 2005. “En las reediciones el texto permanece intacto, aquí hay otro problema porque no sabemos cuándo murió Lescot”, dijo.
“Éste es sólo un caso, imaginemos cuántos casos de grandes escritores hay en los que para sus traducciones se tomaron ciertas licencias, como es el caso peculiar de Jorge Luis Borges, que se daba licencias en las traducciones porque siempre modificaba cosas para que quedaran mejor ante sus ojos.”
Gutiérrez Lagunas comentó que tiene planes de seguir con esta investigación, “de hecho estoy apuntando hacia una especialidad y una maestría, ambas en traducción porque justamente esta primera parte fue un enfoque literario y ahora me gustaría tener el enfoque teórico de la traducción porque es un tema muy amplio, hay tanto desde donde estudiar este caso que podría pasarme toda la vida y faltarme tiempo y no acabar”.
También expresó su interés por continuar esta investigación, “justamente me gustaría buscar el plano teórico en la maestría y tal vez ya en un doctorado hacer una edición crítica, ése es el plan que tengo y espero se realice”.
Respecto a su interés por abordar Pedro Páramo, la universitaria apuntó: “Creo que un libro te habla de maneras distintas, siempre. No sólo a cada quien le habla de manera distinta sino que en diferentes momentos de tu vida te habla con otros modos, entonces conozco a Rulfo desde los 17 años y desde entonces me enamoré de Pedro Páramo porque me recordaba, curiosamente, a una cuestión de mi infancia, un elemento emocional que cuando lo leí me pegó mucho”.
Agregó que la única recomendación que puede hacerle a quienes no lo han leído “es que a lo mejor, en algún momento, habrá algún libro que los sacuda tanto como éste; de repente hay cosas que no sabes que sabías y las descubres con una lectura”, concluyó.
Dalia Gutiérrez