El 14 de marzo de 2004 se anunció en El Cairo, Egitpo, que un equipo de arqueólogos egipcios y estadounidenses descubrieron en las zonas adyacentes a Bydós, a unos 390 kilómetros al sur del Cairo, una cámara mortuoria asociada al rey AHA, el primero que unificó Egipto, cuya tumba ya había sido descubierta en 1900.
Los trabajos de exploración sistemáticos en esa zona tienen más de 20 años, al conocerse que en la misma están enterrados muchos reyes de las Primera Dinastía (3300-2190 a.C).
La cámara recién descubierta contenía una capilla conservada rodeada por seis tumbas de los sirvientes que iban a servir a AHha en su segunda vida y los restos de 10 asnos.
El Director de Antigüedades de El Cairo, de esa época, Zahi Hawas, apuntó que «nuestra información pasada era que los monarcas egipcios nunca montaban burros porque eran trasladados en literas por sus sirvientes. Pero el reciente hallazgo prueba que dependían completamente de estos animales».
Los reyes egipcios llenaban sus tumbas con artículos que usaban a diario a fin de cubrir sus necesidades en el más allá.
La tumba del rey Aha y la cámara adyacente eran de mayor tamaño que los monumentos de los reyes que le antecedieron y su reino estuvo asociado a importantes cambios de la arquitectura usada por la realeza