La empresa mexicana Probionics logró desarrollar un proceso más barato y eficiente para la fabricación de prótesis biónicas para extremidades amputadas, lo que resulta en un precio mucho más accesible en comparación con el mercado internacional. Por ejemplo, una prótesis de brazo completo la empresa mexicana la ofrece en 180 mil pesos, mientras que una prótesis del mismo tipo de marca alemana ronda los dos millones de pesos; apenas un 9% del costo de mercado del producto internacional
Aún así la empresa mexicana pretende innovar con un modelo comercial para que las prótesis biónicas se puedan pagar en plazos.
Sus principales productos son las prótesis de miembro superior, es decir, las que van desde la muñeca hasta el hombro, las cuales son electrónicas y trabajan con la lectura de la señal muscular, explicó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt el fundador de la empresa, Luis Armando Bravo Castillo.
“Trabajan con la energía eléctrica que se origina en el músculo que queda al nivel de la amputación, y a través de tres electrodos superficiales recogemos esa energía eléctrica y la utilizamos como plataforma de control en donde por medio de un patrón de contracción, el paciente puede dominar los movimientos”, indicó Bravo Castillo.
La energía mioeléctrica que se utiliza viene de los requerimientos de los pacientes, como en todo lo que realizan, «pues son ellos los que al final van a utilizar los dispositivos médicos. Nos piden mucho que sean prótesis ligeras, estéticas, es decir entre más parecidas al miembro biológico perdido, mejor; sobre todo que sean fáciles de activar y rápidas”.
De acuerdo con estudios realizados por Probionics, en México alrededor de 10 mil personas al año pierden parte de un miembro superior, es decir, desde la amputación de un dedo, hasta el hombro, pero de esa cantidad solo 10 por ciento sería apta para tener una prótesis como las que ofrece esta empresa mexicana. Esto porque 90 por ciento de las amputaciones son parciales en la mano, afirmó Bravo Castillo.
Probionics ha sido apoyada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Economía (SE) a través del Fondo de Innovación Tecnológica (FIT). “Hemos recibido dos fondos de apoyo por parte del Conacyt, el primero fue en el 2008 del programa Avance Última Milla y el segundo fue en el 2011 con el FIT, cada uno de ellos nos sirvió para desarrollar etapas muy importantes del proyecto. Hemos tenido una relación muy buena, incluso hemos estado con el Consejo en diversas pasarelas tecnológicas a nivel internacional para mostrar nuestra tecnología».
Origen de la innovación
Los inicios de la empresa se dieron cuando Luis Armando Bravo estudiaba medicina y tuvo que atender como apoyo a una persona a la que le amputaron tres extremidades. “Ese caso estigmatizó mi vida, desde ese momento me interesé muchísimo por el desarrollo de la tecnología biónica como una forma de ayudar a esas personas”, recordó el emprendedor.
Fue en ese momento que decidió dejar la carrera de medicina para prepararse como ingeniero en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). «A partir de esa vivencia se sembró en mí una pasión infinita por ese campo que me llevó a estudiar ingeniería biónica”.
Finalizada su carrera y con un trabajo de tesis en donde desarrolló los primeros esbozos de sus próximas prótesis mioeléctricas, decidió seguir preparándose y logró conceptualizar una tecnología modular.
«La tecnología modular es una de las principales ventajas de nuestro proyecto ya que se va configurando por módulos, de tal manera que fabricamos los diferentes módulos y los vamos interconectando de acuerdo con la necesidad que tiene cada persona”, explicó el fundador de Probionics.
Las prótesis se controlan de forma natural y son totalmente movibles de forma biológica, además cuentan con la función de la apertura y cierre de la mano a modo de pinza, el movimiento de la muñeca y el antebrazo en 360 grados, la flexión del codo y la elevación del hombro.
Para Luis Armando Bravo ha sido una tarea compleja realizar este trabajo y consideró que para lograr el éxito en una iniciativa de base tecnológica se debe tener una capacidad de negociación y administración entre las diversas áreas del conocimiento. “Para desarrollar un proyecto de este tipo, todo tiene que ser compatible a la perfección, además de útil y eficiente para las personas que lo van a utilizar”, reconoció.
Uno de los logros de Luis Armando Bravo y Probionics es que han desarrollado su propia batería de polímero de litio con forma biológica, lo que les permite disminuir costos y compatibilizar al 100 por ciento todas las funciones de las prótesis para apegarse a un diseño lo más parecido a lo biológico.
Los productos de Probionics tienen la validación escrita de que no representan riesgo de choque eléctrico a los usuarios, que es una condicionante para poder comercializar el producto. Aún no tramitan la certificación de Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya que para ello necesitan establecer una línea de producción la cual, según expresó el socio fundador de la empresa, tienen contemplado comenzar a producir en línea en el primer trimestre de 2017.
“Tenemos que garantizar que las instalaciones en donde se va a fabricar el producto, es decir, el establecimiento en donde se va a hacer el dispositivo médico, tengan los requerimientos adecuados respecto a la calidad, la seguridad y la higiene con la que se va a operar”, destacó.
En estos momentos, la empresa está enfocada en la planeación e implementación de esta línea de producción ya que actualmente solo cuenta con instalaciones en donde hacen las prótesis a modo de prototipo y todavía no piezas pensadas para su distribución y comercialización.
Actualmente trabajan en nuevos diseños, ahora para la prótesis de mano con una arquitectura más revolucionaria y que contará con agregados de ingeniería más innovadores con una funcionalidad híbrida entre una prótesis electrónica y mecánica. El diseño de este nuevo producto lo esperan tener listo para finales de 2017.