Investigadores de la Universidad de Copenhague han analizado el ADN de plantas y nematodos que indican que en el Ártico, hace más de 10.000 años, la vegetación estaba dominada por un tipo de plantas herbáceas ricas en proteínas, un conjunto de especies cuya peculiaridad es la de tener flores llamativas.

“Estas plantas habrían jugado un papel importante en la dieta de la megafauna, como los mamuts lanudos, los rinocerontes lanudos y los caballos, que solían deambular por la región”, explican los investigadores.

La desaparición progresiva de las herbáceas con flores se correlaciona con la extinción de muchas especies de megafauna

Hasta ahora el estudio de los cambios en la vegetación durante los últimos 50.000 años se basaba principalmente en polen fósil.

“Sin embargo, este registro tiende a estar sesgado hacia plantas que producen gran cantidad de polen, como las gramíneas”, apuntan los expertos.

Los investigadores secuenciaron ADN vegetal extraído de muestras de permafrost. Sus resultados muestran un panorama de ecosistema en el que tanto las gramíneas como las herbáceas con flores estuvieron presentes en la dieta de la megafauna.

“Parece que la desaparición progresiva de estas plantas herbáceas con flores se correlaciona con la disminución y extinción de muchas especies de megafauna”, señala a Sinc Eske Willerslev, autor principal del trabajo.

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