Quebranto financiero incrementa el número de delitos: Efraín Quiñones

A partir de una investigación realizada en las ciudades de Martínez de la Torre y Acayucan, Efraín Quiñonez León, integrante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), concluyó que la situación financiera e infraestructura deficientes de las localidades han sido factores que provocaron un incremento en los actos delictivos.

         El investigador participó en el coloquio internacional Paradojas de la Seguridad Ciudadana en América Latina, con la ponencia “El entorno urbano: un recurso en disputa”.

         “Son dos municipios de Veracruz con altas tasas de inseguridad y de violencia; en ambos estudios partimos de que tal situación no se genera a partir del fenómeno violento en sí mismo, sino que existen condiciones que contribuyen a que este escenario sea crítico.”

         Quiñonez León mencionó que hay otras causas sobre las cuales se debe reflexionar, “factores potenciales” que pueden detonar la violencia, tales como la inacción de las autoridades, tanto municipales como estatales.

Manifestó que organizaciones gremiales como los taxistas han sido señalados como colaboradores del crimen organizado en ambas ciudades, en específico relacionados con el mercado del narcomenudeo, sin embargo las opiniones también reflejan que no están en desacuerdo con el servicio que ofrecen.

         “La inseguridad y la violencia no son los únicos problemas que tienen las autoridades locales; particularmente en estos casos –como en otros municipios de Veracruz e incluso del país– agregaría dos aspectos que son importantes: la quiebra financiera, pues no tienen dinero para pagar las deudas que han adquirido.”

         En segundo lugar, durante los últimos años se ha incrementado la burocracia en los ayuntamientos, y al intentar recortar este personal “han tenido una cascada de demandas y con eso se acumulan más deudas, hoy en día la deuda de algunos municipios es prácticamente inmanejable”.

         Una de las grandes paradojas es que la mayor incidencia delictiva ocurre en la zona centro de cada localidad, lo que evidencia una ausencia de autoridad, opinó el ponente.