Red de pesca para atrapar satélites

Atrapando un satélite abandonado


Una de las tecnologías más antiguas de la humanidad, la modesta red de pesca, podría encontrar una nueva aplicación en el espacio: retirar satélites abandonados.

El comportamiento de las redes en microgravedad y su capacidad para capturar satélites acaban de ser puestos a prueba en un avión que describe arcos parabólicos para crear breves periodos de microgravedad.

“Lanzamos redes desplegables con un sistema de aire comprimido hacia una maqueta a escala de un satélite”, explica el ingeniero de la ESA Kjetil Wormnes.

Estudiando el comportamiento de las redes en microgravedad

“Durante esta campaña, de dos días de duración, logramos lanzar con éxito 20 redes a distintas velocidades durante las 21 parábolas de microgravedad. Las redes iban dobladas dentro de cajas de papel, y tenían pequeñas masas en cada esquina para facilitar la captura del satélite”.

“Las buenas noticias es que el sistema funcionó muy bien, tanto que tuvimos que utilizar un cuchillo para liberar la maqueta y prepararla para un nuevo ensayo”.

El equipo, a punto de subir al avión

El equipo, a punto de subir al avión

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El avión, un Falcon 20, sigue una serie de ciclos durante los que permanece 20 segundos en caída libre, sujeto sólo a la fuerza de la gravedad – lo que cancela los efectos de esta aceleración en el interior de la aeronave.

“Grabamos todas las pruebas con cuatro cámaras HD de alta velocidad”, añade Kjetil. “El objetivo era validar una herramienta de simulación que acabamos de desarrollar para diseñar las redes que harían falta en una misión real para retirar fragmentos de basura espacial de forma activa”.

El avión de vuelos parabólicos Falcon 20

El avión de vuelos parabólicos Falcon 20

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las redes fueron pintadas de varios colores para poder estudiar su comportamiento al analizar los videos de su despliegue. Se utilizaron dos materiales diferentes, y las redes de hilo, más ligeras, resultaron ser más eficaces que las de tejido.

La misión e.DeOrbit de la ESA, cuyo lanzamiento está previsto para el año 2021, estudiará la viabilidad de retirar de la órbita terrestre un gran fragmento de basura espacial – como un satélite abandonado o la etapa superior de un lanzador – para controlar la población de fragmentos de basura espacial en órbitas con alta densidad de tráfico.

Probando redes en microgravedad

Probando redes en microgravedad

Todavía se está evaluando cuál sería la mejor forma de atrapar un satélite descontrolado, que probablemente también estaría girando a gran velocidad. La iniciativa CleanSpace de la ESA – creada con el objetivo de reducir el impacto de las actividades de la industria espacial en el medioambiente espacial y terrestre – está supervisando una serie de estudios que utilizan distintas técnicas para atrapar los fragmentos de basura espacial, desde un brazo robótico o un arpón, a un haz de iones.

La red de pesca más antigua que se conoce fue encontrada por un granjero finlandés en 1913. La técnica del carbono estimó que tenía más de 10.300 años de antigüedad, lo que significaría que la red se inventó miles de años antes que la rueda.

“La principal ventaja de utilizar una red – ya sea para e.DeOrbit o para otras misiones de retirada de basura espacial – es que se puede adaptar a una gran variedad de objetivos”, explica Kjetil.

La campaña de vuelos parabólicos del Consejo Nacional para la Investigación (NRC) de Canadá fue contratada por la compañía polaca SKA Polska, encargada de realizar este estudio para la ESA.

Este equipo de investigación también está formado por la empresa italiana STAM y la polaca OptiNav.

(ESA)

Los comentarios están cerrados.