Los grandes mamíferos, los mismos que desaparecieron de Europa con el crecimiento de la presencia del hombre, fueron los ‘arquitectos’ del paisaje prehistórico, que mostraba diversidad de microclimas y diversos paisajes, revela una investigación liderada por la Universidad Aarhus (Dinamarca) y que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences asegura que

Los biólogos del estudio han sintetizado décadas de trabajos sobre escarabajos fósiles, para centrarse en los escarabajos peloteros que están asociados con el estiércol de los grandes mamíferos prehistóricos, y con los bosques que habitaban.

Sus conclusiones revelan que estos escarabajos eran mucho más frecuentes en el período interglacial, de hace 132.000 a 110.000 años, que en el Holoceno temprano (período interglacial actual, entre hace 10.000 y 5.000 años).

“Estos ecosistemas no consistían simplemente en un denso bosque –como se asumía hasta ahora–, sino más bien en un mosaico de bosques y zonas verdes cerradas y semicerradas», declara Chris Sandom, de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y coautor del estudio.

Según Jens–Christian Svenning, de la Universidad Aarhus, la estructura de los escarabajos fósiles en los yacimientos indica que la proporción y el número de grandes animales salvajes se redujo tras la aparición del hombre moderno. “Como resultado –añade Svenning– los bosques se hicieron predominantemente densos, hasta que se despejaron al instaurarse la agricultura”.

Repoblar de grandes herbívoros Europa

Para los expertos, si se quiere restaurar paisajes variados y autogestionados en Europa, se pueden aprovechar los conocimientos proporcionados por el estudio.

«Una forma de crear más ecosistemas de autogestión con un nivel alto de  biodiversidad es hacer un hueco a los grandes herbívoros en el panorama europeo. Reintroducir ganado salvaje, bisontes y hasta elefantes. Estos animales pueden crear y mantener una variada vegetación en los ecosistemas templados, y de ese modo, asegurar la base un alto nivel de biodiversidad», afirma el Rasmus Ejrnæ, autor principal del estudio.

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