Revocan licencia a la London Metropolitan University para acoger estudiantes foráneos a la UE

La Agencia Fronteriza de Reino Unido (Ukba, por sus siglas en inglés) dijo hoy que revocó la licencia de la London Metropolitan University para acoger a estudiantes externos a la Unión Europea (UE).

     La medida significa que los estudiantes externos a la UE, cuyo número ahora es superior a 2.000 en la universidad, ya no tendrán permitido estudiar allí.

     La Ukba dijo que aunque la decisión podría significar que esos estudiantes tengan que encontrar otro patrocinio en 60 días o podrían ser deportados, «los estudiantes de la London Metropolitan University que ya están en Reino Unido con una visa británica actual y válida no necesitan hacer nada por el momento».

     La Ukba dijo que se está creando un grupo especial encabezado por el gobierno para apoyar a los estudiantes genuinos afectados para que encuentren otra institución donde puedan continuar sus estudios en el país.

     El ministro de Inmigración Damian Green dijo que la universidad ha fallado en tres áreas específicas.

     Más de una cuarta parte de los 101 estudiantes tomados al azar estudiaban en la universidad a pesar de carecer de permiso para permanecer en el país.

     Una «proporción significativa» de los expedientes revisados no contaban con «evidencia apropiada» de que se hubieran alcanzado los niveles de inglés obligatorios.

     Además, la universidad no sabía si sus estudiantes están acudiendo a sus cursos ni si están usando una visa de estudiante para ingresar al país a trabajar.

     «Nuestra máxima prioridad es que nuestros estudiantes, tanto los actuales como los futuros, y la universidad cumplan todas sus obligaciones con ellos», dijo Malcolm Gillies, vicerrector de la universidad.

     La educación superior es una importante industria de exportación de Reino Unido que cada año genera 12.500 millones de libras (19.800 millones de dólares USA), de acuerdo con la Unión Nacional de Estudiantes (NUS).

     La NUS entró en contacto con el primer ministro David Cameron para expresar su malestar por la forma en que se tomó la decisión de la revocación en las semanas recientes y para reiterar el impacto potencial de la medida en la economía.