Sandra Isabel Jiménez Mateos *
Ahmed Salman Rushdie, es un escritor británico que nació en Bombay, India, el 19 de junio de 1947, sólo dos meses antes de que este país se independizará de la Gran Bretaña. Es el escrito que el 14 de febrero de 1989 recibió una condena de muerte por parte de Irán, en el gobierno de los ayatolas, emitida por el líder Ruhollah Jomeiní, por haber publicado “Los versos satánicos”, obra en la que –lo acusaron- trata de manera irreverente la imagen del profeta del Islam, Mahoma.
Hijo de una acomodada familia de cachemires de la India, en su casa se hablaba tanto el inglés como el urdú, la lengua de la nación India.
Su primera obra fue “Grimus” un relato fantástico que no tuvo mayor éxito, pero en cambio su siguiente obra si le dio fama “Hijos de la medianoche”, una de las obras de ficción en inglés más importantes y conocidas del siglo XX, que le valió el Premio Booker en 1981, el más prestigioso del Reino Unido. Esta es también, considerada por muchos, su mejor creación.
En 1987 publicó “La sonrisa del jaguar”, un libro de viajes sobre Nicaragua y en septiembre de 1988 apareció el polémico “Los versos satánicos”.
Desde un principio el libro provocó una controversia que repercutió primero en el mundo islámico, pero que se expandió por todo el globo terráqueo conforme se incrementaban los reclamos a la obra.
La novela narra la historia de Gibreel Farishta y Saladin Chamcha, dos actores de origen indio. Farishta es una estrella de Bollywood especializado en papeles religiosos con un fuerte complejo de superioridad; Chamcha, un emigrante que ha roto con su pasada identidad hindú, trabaja como actor de voz para comerciales, experto en adoptar cualquier acento, lo que le ha ganado la fama del ‘Hombre de las Mil Voces’. Al principio de la novela ambos caen en picada, al haber explotado -en un atentado- el avión en el que viajaban de India a Inglaterra. Sobreviven milagrosamente al caer cerca de las costas inglesas, transformados Farishta con una aureola angelical y Chamcha con unas nacientes protuberancias en la frente, respectivamente arcángel Gabriel y Shaitan)
India prohibió el libro el 5 de octubre, y Sudáfrica el 24 de noviembre; en pocas semanas la prohibición se extendió a Pakistán, Arabia Saudita, Egipto, Somalia, Bangladés, Sudán, Malasia, Indonesia y Qatar, mientras que la fama de Salman Rushdie crecía intensamente por el mundo.
Pero también iniciaron los hechos violentos: El 12 de febrero de 1989, cinco personas fueron abatidas por los disparos de la policía durante una protesta contra el libro en Islamabad.
Y el 14 de febrero de 1989 llegó, para ser el momento en que se emitió el edicto religioso, o fatwa, instando a la ejecución de Salman Rushdie, emitido por el ayatolá Ruhollah Jomeiní, líder religioso de Irán. Para que fuera conocido, se ordenó que el fatwa fuese leído en Radio Teherán.
El llamado de Jomeiní fue a la ejecución del escritor, y también de aquellos editores que publicaran el libro conociendo sus contenidos.
Salman Rushdie se enteró de ésta condena en su contra por una llamada de un reportero de la BBC quien le notificó del hecho.
Con los antecedentes de violencia, la policía británica de inmediato le dio protección.
El edicto emitido por el ayatola Jomeiní acusaba al libro de ‘blasfemo contra el Islam’, mientras que a Rushdie lo acusó del pecado de ‘apostasía’, el abandono de la fe islámica, que según los ahadiz, o tradiciones del profeta, debe castigarse con la muerte. La acusación de apostasía se debió a que Rushdie a través de la novela afirmaba no creer ya en el Islam.
El 24 de febrero, Jomeiní ofreció una recompensa de tres millones de dólares estadounidenses por la muerte de Rushdie.
En los meses siguientes, se produjeron numerosas protestas contra el libro, incluidas quemas de librerías y manifestaciones frente a las embajadas británicas.
En 1991, Hitoshi Igarashi, traductor de la obra al japonés, fue asesinado en Tokio, con una media docena de puñaladas y su cadáver lo encontraron el 12 de julio de 1991 en su despacho de la Universidad de Tsukuba, Ibaraki, Japón..
El traductor italiano fue golpeado y apuñalado en Milán.
En 1993, el editor noruego de Rushdie, William Nygaard, le dispararon por la espalda tres veces, frente a su casa en Oslo, y resultó gravemente herido, pero sobrevivió al atentado.
En este caso, como en el asesinato del traductor japonés, la policía cerró el caso. En Japón ocurrió en 2006 y en Noruega en 2007, con la diferencia de que en el país nórdico lo reabrieron el 26 de noviembre de 2010, pero sin mayores resultados.
37 personas murieron en un hotel en Sivas, en Turquía, al ser quemadas por manifestantes que protestaban contra Aziz Nesin, traductor de Rushdie al turco .
En 1997, la recompensa fue doblada, y al año siguiente el fiscal general del estado iraní ratificó su apoyo.
El 24 de septiembre de 1998, el gobierno iraní se comprometió públicamente a «no buscar» la ejecución de Rushdie. Esto en el marco de un acuerdo más amplio entre Irán y el Reino Unido para normalizar las relaciones entre los dos países. Posteriormente, Rushdie declaró que dejaría de vivir oculto. También aseguró que estaba arrepentido de haber llegado a afirmar ser musulmán practicante para tranquilizar los ánimos cuando, en realidad, no cree en el Islam ni en la religión.
En 1990, Rushdie publicó un ensayo titulado In Good Faith (De buena fe) para tranquilizar a sus críticos y afirmó su respeto por el Islam. A pesar de esto, las autoridades religiosas iraníes no anularon la fatwa y aunque hizo más declaraciones públicas defendiendo su libro, al tiempo que niega que este insulte al Islam, muchos musulmanes aún consideran válido el edicto contra Rushdie.
Para ratificar la eliminación de la sentencia contra Rushdie, en 2012, el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad dijo que Rushdie había sido confinado a la historia. Sin embargo a finales de ese año, el ayatola Hassan Sanei, líder de una fundación de ayuda iraní semioficial, añadió otros 500 mil dólares a la recompensa que manifestaba como vigente, de 2.8 millones de dólares por la cabeza de Rushdie.
- Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), Universidad Veracruzana