Un pequeño y traslúcido pez cebra que brilla con un suave color verde cuando su hígado produce glucosa, ha ayudado a un grupo internacional de investigadores a identificar un compuesto que regula el metabolismo animal y que aparentemente podría ayudar a personas que sufren trastornos metabólicos.
La investigación realizada por la Universidad de California, en San Francisco, demostró la forma en que este pequeño pez, del tamaño de un grano de arroz, es capaz de ayudar a identificar qué tipos de medicamentos pueden ayudar a controlar la obesidad, la diabetes tipo 2 y otros desórdenes metabólicos, los cuales afectan a un creciente número de estadounidenses adultos y niños, que además los coloca en una escala de riesgo cardiovascular mucho mayor.
El trabajo de los investigadores fue publicado recientemente en el journal Nature Chemical Biology y presenta los resultados de una gama de 2,400 medicamentos probados en el pez cebra para identificar reguladores clave en un fenómeno conocido como metabolismo del ayuno, un estado que muchas personas enfrentan a diario después de comer alimentos que se digieren lentamente en el tracto digestivo. El metabolismo del ayuno es la forma en que el cuerpo cubre sus necesidades energéticas entre comidas al convertir la grasa en energía. Esto involucra a una balanceada y coordinada cascada de reacciones que pone los tejidos en acción para hacer cosas como quemar grasa. En la diabetes tipo 2 este delicado balance se pierde.
“Cuando el cuerpo no pude mantener un ritmo adecuado en la quema de energía y lípidos (moléculas de grasa), puede acumular los restos en el hígado, lo cual, sin un control adecuado, llega a niveles tóxicos”, dijo el estudiante de posdoctorado de la Universidad de California, Philipp Gut, que lidera la investigación junto con el doctor Didier Y.R. Stainier, profesor del Departamento de Bioquímica y Biofísica.
La importancia que tuvo este pequeño pez fue que gracias a su particular fisiología y su rápida reproducción, fue posible realizar las pruebas de una forma rápida, ya que de otra manera, los investigadores habrían tenido que usar a miles de ratones. De los compuestos analizados por el equipo, aparentemente dos de ellos activaron una serie de genes que provocan la quema de grasa para producir energía en los animales, lo cual se busca en las personas con desórdenes metabólicos.
Posteriormente, uno de estos compuestos fue probado en ratones y demostró que podía proteger a aquellos con obesidad, de sufrir otros trastornos provocados por su condición.
Estas pruebas se realizan debido a la creciente obesidad de la población mundial, ya que al parecer existen factores epigenéticos, desencadenados por la dieta y los estilos de vida, que cada día aumentan el peso de los humanos.
Referencias:
Philipp Gut, Bernat Baeza-Raja, Olov Andersson, Laura Hasenkamp, Joseph Hsiao, Daniel Hesselson, Katerina Akassoglou, Eric Verdin, Matthew D Hirschey, Didier Y R Stainier. “Whole-organism screening for gluconeogenesis identifies activators of fasting metabolism”. Nature Chemical Biology.