Las leyes secundarias para la reforma en telecomunicaciones –que se presentaron de forma tardía con el propósito de dar oportunidad a los poderes fácticos mediáticos de realizar una iniciativa unilateral a modo–, anulan los progresos trascendentales de la reforma constitucional que se realizó en la materia, y abren la segunda fase de la Ley Televisa en México, señaló el doctor Javier Esteinou, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Somos testigos del retorno a la dictadura perfecta”, indicó el especialista en el Foro de Análisis sobre la Propuesta de Ley Secundaria en Telecomunicaciones, que organizó la UAM y el Sistema Nacional de Productoras y Radioemisoras de Instituciones de Educación Superior (SINPRIES), en el marco de los festejos por el 40 aniversario de la UAM.
Consideró que las conquistas estratégicas con las cuales el Congreso logró destrabar una realidad comunicativa fundamental, dio, con las leyes secundarias, un giro completo de timón y se alejó drásticamente de la realidad que le originó que era satisfacer el derecho a la información, el acceso a las tecnologías de información y comunicación, y la creación de condiciones para una efectiva competencia en los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones.
En su opinión, en las leyes secundarias la regulación de preponderancia es contraria al texto constitucional; se diluyó la obligación de establecer límites a la concentración de frecuencias y a la propiedad cruzada; se buscó un regulador débil (Ifetel), supeditado a los intereses del Ejecutivo Federal; dejó al arbitrio de los concesionarios los tiempos de Estado; ignoró los derechos de las audiencias; desconoció la importancia de los medios públicos y de uso social; aplazó ilegalmente hasta 2017 el apagón analógico; y desfiguró el principio de neutralidad de la red.
Frente a lo que el experto en ciencias y técnicas de la información llamó la legitimación de una imposición autoritaria, de un proyecto mestizado de dominación de la globalización neoliberal, donde los intereses de la telecracia nacional quedan salvaguardados, convocó a la sociedad civil a la formación de un Frente Nacional por la Defensa de la Comunicación Democrática para rescatar rigurosamente el espíritu de los acuerdos sobre la reforma de las telecomunicaciones y radiodifusión que los principales partidos políticos aprobaron en el Pacto por México.
Esteinou Madrid reiteró su llamado para que la sociedad presione a las comisiones dictaminadoras de Comunicaciones y Transportes; de Radio, Televisión y Cinematografía; y de Estudios Legislativos de las cámaras de Senadores y Diputados, para que no renuncien a la facultad revisora que les otorga la Constitución, con el fin de que además de hacer un análisis objetivo y serio de la iniciativa presidencial, dictaminen a la par la iniciativa ciudadana.
Solicitó también apoyar la controversia constitucional que diversos senadores y diputados interpondrán ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para demandar la inconstitucionalidad de las leyes secundarias aprobadas.
En su turno Aleida Calleja, expresidenta de la AMIC y coautora del libro No más medios a medias, calificó como “economicista y tecnócrata, en el peor sentido” al paquete de reformas que en materia de telecomunicaciones y radiodifusión envió el Ejecutivo Federal.
Las leyes secundarias están mal hechas y tienen un tufo regresivo y autoritario, sentenció, porque violenta artículos constitucionales, no se ciñe a estándares internacionales en materia de competencia económica, libertad de expresión y derecho a la información; plantea medidas para evitar prácticas monopólicas solamente de un sector de la comunicación y “olvidó” incorporar el derecho de réplica.
La iniciativa del Ejecutivo no indica criterios claros, ni condición alguna por los cuales se pueda otorgar señales de multiprogramación a concesionarios, un tema de relevancia porque tiene que ver con la ganancia espectral de contar con nuevos jugadores y nuevos contenidos que abonen al pluralismo y la diversidad.
Hay ausencia de prohibiciones a la propiedad cruzada de medios con todas las plataformas de comunicación, sólo se estableció en radiodifusión y telecomunicaciones, cuando en términos de las mejores prácticas internacionales, esto tiene que ver con todas las plataformas de comunicación que puede permitirle a un grupo controlar la producción y distribución de contenidos, de tal manera que genere un monopolio de la información, dejándose nuevamente abierta la práctica de la concentración, aclaró.
Escandaloso, dijo, que en materia de publicidad se planteé el 18 por ciento de publicidad en televisión abierta y hasta el 40 por ciento en radio, es decir casi la mitad de la programación. En este asunto, reflexionó, tenemos el riesgo de perder no sólo competitividad sino libertades esenciales.
El doctor Octavio Islas, catedrático del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), alertó sobre la imposición de excepciones a la libre circulación de información y contenidos en Internet presentes en el artículo 145 de la ley secundaria, pues en el apartado, se justifican, informó, formas de censura que se creían superadas