Un estudio del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), liderado por Anna Rosell, del grupo de Enfermedades Neurovasculares, y Anna Roig, del grupo de Nanopartículas y Nanocomposites del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC), ha demostrado que es posible guiar la llegada de células endoteliales progenitoras (EPCs) marcadas con óxido de hierro a zonas específicas del cerebro aplicando externamente un campo magnético.
Según estas doctoras, la investigación abre la puerta a nuevas terapias no invasivas para recuperar las funciones afectadas después de sufrir un ictus.
La tecnología, que ya cuenta con una patente solicitada con participación mayoritaria del VHIR, ha sido una de las cinco finalistas del Innovation Prize, un prestigioso concurso internacional organizado por Universal Biotech, que tiene como objetivo el reconocimiento de resultados de investigación de excelencia e innovación en el campo biotecnológico, y que cuenta con una dotación de 100.000 euros para el primer premio, señala el VHIR.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Nanomedicine NBM, se presentarán el próximo 12 de septiembre en París ante un tribunal de expertos internacionales del sector. El VHIR en estos momentos está buscando una empresa que pueda estar interesada en licenciar esta tecnología.
Un avance hacia la regeneración tisular
El laboratorio de Enfermedades Neurovasculares del VHIR trabaja con nuevas estrategias basadas en la remodelación vascular y la potenciación de la angio-vasculogénesis a través de las EPCs. Desde un punto de vista terapéutico, estas células podrían promover la formación de nuevos vasos desde el área perilesional no afectada y participar en la regeneración tisular. No obstante, para garantizar el éxito es crucial asegurar la llegada y el injerto de un número suficiente de células trasplantadas a las zonas del cerebro de interés, indica la institución.
Con este estudio el equipo del VHIR y el ICMAB-CSIC ha demostrado que mediante un campo magnético sería posible guiar de forma segura la llegada de las EPCs a áreas específicas del cerebro donde su injerto podría reforzar los mecanismos neuroreparadores basados en su potencial angio-vasculogénico.
El estudio experimental también muestra por primera vez como las EPCs marcadas con nanopartículas de óxido de hierro mejoran su función angiogénica aumentando la capacidad de migrar y de secretar factores tróficos como el VEGF o el FGF, relacionados con unos niveles de estrés oxidativo moderados dentro de las células.
Según la doctura Rosell, este descubrimiento supone “un paso adelante en la investigación en nuevas estrategias terapéuticas para potenciar la regeneración tisular, no solo a partir del injerto de células progenitoras más funcionales, sino que también para vehicular la llegada de factores tróficos que podrían estimular otros procesos como la neurogénesis”.
La investigadora del VHIR se centra ahora en investigar los efectos en el cerebro y en la regeneración tisular de este tipo de terapias celulares avanzadas en modelos experimentales de isquemia cerebral, pero insiste en que “los resultados obtenidos abren la puerta a nuevas terapias no invasivas para regenerar el cerebro y recuperar la actividad afectada después de sufrir un ictus”.
Referencia bibliográfica:
Elisa Carenza, Verónica Barceló, Anna Morancho, Lisa Levander, Cristina Boada, Anna Laromaine, Anna Roig, Joan Montaner, Anna Rosell. «In vitro angiogenic performance and in vivo brain targeting of magnetized endothelial progenitor cells for neurorepair therapies» Nanomedicine: nanotechnology, biology, and medicine (24 Jun 2013) DOI: 10.1016/j.nano.2013.06.005
EPC visualizada en el microscopio de transmisión de rayos X del Sincrotrón ALBA. / VHIR