En una investigación realizada en colaboración entre la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad de Tor Vegata se ha estudiado el ADN del azafrán mediante el análisis de su código genético. El uso de esta técnica ha permitido aclarar aspectos relacionados con la variabilidad genética de la especie y diseñar un sistema capaz de discriminar y certificar la autenticidad del azafrán frente a los posibles casos de adulteración.
El azafrán (Crocus sativus L.) es una especie vegetal estéril, bulbosa de consistencia herbácea con una vistosa flor de color violeta y cuyo origen aún no ha sido bien aclarado. Los estigmas secos del Crocus sativus L. son la conocida especia llamada azafrán, que se conoce como planta cultivada muy apreciada y con reputada aplicación alimentaria desde la antigüedad. De hecho, solo se propaga vegetativamente mediante bulbos debido a la incapacidad de producir polen fértil y, por tanto, semillas. La planta florece solo una vez al año y la cosecha de los estigmas se hace por selección manual y debe llevarse a cabo en muy poco tiempo. Por estas razones, el azafrán está considerada la especia más cara del mundo.
En la investigación se ha aplicado la técnica del código de barras de ADN para determinar las diferencias entre especies y poblaciones de azafrán. Para ello, se analizaron diferentes muestras de varias especies de Crocus, tanto italianas como hispanas, incluidas diferentes procedencias de azafrán cultivado. Como resultados se aclararon parcialmente algunos aspectos de la filogenia de este género, en particular la posible derivación genética del Crocus sativus. Una gran cantidad de estudios morfológicos apoyan la teoría de que se habría originado a partir de la evolución, o la hibridación, de otras especies silvestres de azafrán, especialmente de C. thomasii, C. hadriaticus y C. cartwrightianus. También se mostraron que las diferentes muestras de C. sativus podrían haber evolucionado por eventos independientes, probablemente debido a varias presiones geográficas. En concreto, se han mostrado diferencias genéticas entre el azafrán español y el italiano.
Se ha demostrado que el método del código de barras de ADN, por lo general adoptado para la identificación taxonómica interespecífica, podría aplicarse también a los estudios intraespecíficos y de población. Por último, se ha propuesto este enfoque molecular como herramienta científica capaz de discriminar y certificar la autenticidad del azafrán, ya que debido a su alto valor económico, esta especia se encuentra a veces adulterada.
La colaboración entre la UPM y la Universidad de Tor Vergata de Roma se ha efectuado gracias a los convenios de intercambio de investigadores a nivel europeo dentro del programa Erasmus. El profesor Juan Manuel Martínez Labarga ha sido el investigador participante en este proyecto por parte de la UPM en virtud de uno de estos convenios.