Los aeropuertos realizan un gasto muy elevado de energía, que se suma a la que consumen los vuelos. De hecho, un aeropuerto de grandes dimensiones gasta a diario tanta energía térmica y eléctrica como una ciudad de cien mil habitantes.
En los veintiocho Estados miembros de la Unión Europea hay en torno a quinientos aeropuertos, y hasta el más pequeño consume energía de un modo desenfrenado. El proyecto europeo de tres años de duración CASCADE («ICT for Energy Efficient Airports») tiene el cometido de ayudar a la dirección de los aeropuertos en la tarea de reducir a corto plazo en un 20 % sus necesidades energéticas y también las emisiones de CO2 generadas concretamente por sus sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), que realizan un gran consumo.
CASCADE cuenta con nueve socios , dotados con una financiación de 2,6 millones de euros procedentes del Séptimo Programa Marco , que se han propuesto alcanzar esos objetivos mediante un software nuevo, un plan de actuación energética basado en la norma internacional de gestión ISO 50001 y algoritmos de detección y diagnóstico de fallos. El uso del sistema de CASCADE permite detectar los fallos de forma rápida y automática, antes de que se dañen o averíen sistemas o se derroche demasiada energía, ayudando así al personal de mantenimiento aeroportuario a aplicar medidas correctivas y mejorar el funcionamiento del equipo de dichas centrales energéticas.
Esta propuesta no podría ser más oportuna para la dirección de los aeropuertos, sometida a la presión de tener que ayudar a la UE a cumplir sus objetivos 20-20-20 (siendo uno de ellos reducir en un 20 % las emisiones de cada país antes de 2020) ahorrando en gestión energética. Para alcanzar esa meta, los aeropuertos precisan herramientas que les brinden un apoyo adecuado. CASCADE les ofrece justamente una herramienta de esas características que se integra en los sistemas de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ya existentes en las instalaciones aeroportuarias.
Los sistemas HVAC consumen la mitad de la energía gastada en los aeropuertos
Los aeropuertos de Fiumicino (Roma) y Malpensa (Milán), los dos más grandes de Italia, convinieron servir como emplazamientos piloto y dedicar personal y recursos al proyecto. Cada año, cerca de cincuenta y cinco millones de pasajeros pasan por estos aeropuertos, y aproximadamente la mitad de la energía que gastan es consumida por sus sistemas HVAC; por tanto, una disminución del 20 % del gasto energético de esos sistemas supondría una muy notable reducción del consumo energético total de los aeropuertos.
«No abarcamos toda la infraestructura aeroportuaria», señaló el coordinador de CASCADE Nicolas Réhault , jefe del grupo de optimización del rendimiento de inmuebles en el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar , sito en Friburgo (Alemania). «Nos proponemos ahorrar el 20 % de la energía usada en los sistemas objetivo mediante una optimización que genere ahorro y, con los conocimientos que obtengamos, ampliar el método a otros aeropuertos».
El equipo responsable del proyecto se centró en los sistemas HVAC, y en especial las grandes unidades de ventilación y las torres y demás instalaciones de refrigeración de estos dos aeropuertos, e instaló cientos de nuevos sensores, contadores y registradores de datos avanzados para intensificar la medición de parámetros como la temperatura, la presión, los caudales, el consumo eléctrico, etc.
Haciendo uso de este nuevo marco de medición, los ingenieros pueden controlar y comparar el rendimiento de equipos y optimizar el comportamiento de los usuarios. Todo ello, sumado a herramientas de detección de fallos, ha permitido concretar problemas de programación horaria (equipos en funcionamiento innecesariamente a determinadas horas), configuraciones incorrectas de la calefacción y refrigeración en distintas zonas de los aeropuertos, ubicación inadecuada de sensores y actuadores, deficiencias de calibración o mantenimiento, desequilibrios en los sistemas de conductos y tuberías, etc.
Trascurrido el primer semestre de la etapa piloto, el sistema de CASCADE ya ha posibilitado detectar algunos fallos de control y de sensores en las grandes unidades de ventilación que renuevan el aire de la terminal 1 de Fiumicino. Los investigadores participantes calculan que pueden ahorrarse 500 MWh (lo que equivale a unas 3 500 toneladas de CO2 y a 70 000 euros al año) sencillamente implantando ciertas medidas que conllevan una inversión baja, como reconfigurar los controles o reemplazar los sensores defectuosos.
Un software aplicable a otros edificios complejos
El proyecto ha suscitado interés en toda la UE. El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) se ha comprometido a apoyar esta propuesta aportando un canal mediante el que comunicar los resultados a cuatrocientos de los cerca de quinientos aeropuertos de la UE-28. El consorcio de CASCADE confía que, a través de su red, otros aeropuertos implanten la herramienta informática creada en sus respectivos planes de gestión de la energía.
Como anunció Réhault, el software de CASCADE tendrá otras aplicaciones. «Los aeropuertos son infraestructuras muy complejas. Hemos acumulado un gran volumen de conocimientos técnicos sobre su funcionamiento. Todo ello puede extrapolarse a otros edificios de gran complejidad, como hospitales y bancos. También podría reducirse su escala para objetivos más sencillos»