Un proyecto financiado con fondos comunitarios ha propiciado el desarrollo de un dispositivo capaz de predecir las elevaciones y los descensos de los niveles de azúcar en personas diabéticas y proporcionarles consejos para controlar los mismos.

La proliferación de estilos de vida sedentarios y la escalada de los índices de masa corporal (IMC) entre la población han multiplicado la prevalencia de la diabetes. Cuando los pacientes pueden controlar y reducir los síntomas que padecen, siguen disfrutando de una buena calidad de vida. Pero aun con la automonitorización de los niveles de glucosa en sangre, las inyecciones de insulina y el control minucioso de la alimentación y el ejercicio físico, los pacientes continúan teniendo dificultades para tratar esta enfermedad crónica.

La diabetes mal controlada constituye un factor de riesgo de otras muchas patologías, desde enfermedades cardiovasculares a ceguera, por lo que los profesionales de la salud están dispuestos a ayudar a los pacientes diabéticos a enfrentarse a su enfermedad de una forma adecuada; intervenir y tratar la enfermedad en una fase temprana previene que esta desencadene otros problemas médicos.

Una dieta basada en datos

«El secreto para tratar la diabetes son los datos y saber interpretarlos», explica Jens Poulsen, de la empresa farmacéutica danesa Novo Nordisk, el mayor fabricante mundial de insulina. «Ahora mismo, aunque se proporcionen datos a los pacientes, estos no sabrían cómo usarlos exactamente para tomar decisiones prácticas.»

Hoy en día, la mayoría de los pacientes se guían únicamente por sus propias pruebas por punción del dedo. Si su nivel de glucosa en sangre aumenta, se inyectan insulina. Si baja, comen una galleta. Sin embargo, el Sr. Poulsen confía en que llegará un día en el que el control de la diabetes siga un patrón anticipativo en lugar de reactivo. «Lo que de verdad necesitan los pacientes es algo que les indique que su glucosa va a subir a menos que tomen medidas de prevención», afirma. «Este ajuste anticipativo mantendría los niveles de glucosa constantes y evitaría las subidas y bajadas de la glucemia que tanta frustración causan a los pacientes y que producen un deterioro del organismo a la larga.»

El proyecto «Personal glucose-predictive diabetes advisor» (Diadvisor) se financió con fondos comunitarios con el propósito de investigar cómo se podrían utilizar los datos de pacientes para predecir la glucemia. «El consorcio del proyecto Diadvisor deseaba desarrollar un sistema que captase los datos más esenciales de los pacientes; posteriormente, estos se utilizarían para proporcionar a los pacientes información útil y guiarles para gestionar la enfermedad», explica el Sr. Poulsen, coordinador del proyecto. «Las previsiones a largo plazo de los niveles de azúcar en sangre permiten al paciente tomar medidas para mejorar el control de su enfermedad.»

Constantes vitales

En la primera fase del proyecto, noventa pacientes diabéticos voluntarios portaron una serie de dispositivos que monitorizaban sus constantes vitales de forma continua, no solo los niveles de azúcar en sangre sino también la respiración, frecuencia cardíaca, etc. Estos voluntarios pasaron tres días hospitalizados y siete en su domicilio.

La gran cantidad de información recopilada de estos pacientes aportó a los socios del proyecto un banco de datos fundamental a partir del cual trataron de hallar correspondencias. Con los datos de los pacientes, desarrollaron algoritmos y modelos que predecirían la evolución de la glucemia en función de los valores observados en ese momento.

La investigación confirmó que los tres parámetros más importantes del modelado predictivo eran los niveles de azúcar en sangre, la concentración de insulina y la ingesta de alimentos. Mediante la monitorización de estos tres parámetros, los investigadores lograron predecir los niveles de azúcar en sangre de los pacientes con una antelación de veinte minutos y con una precisión aceptable en más del 90 % de los casos. Las previsiones a cuarenta y sesenta minutos ofrecieron una precisión aceptable en más del 80 % de los casos.

Ayuda al alcance de la mano

Los socios del proyecto han creado un prototipo de un dispositivo de mano que permite a los pacientes introducir los valores registrados y anotar sus comidas. El programa informático del dispositivo integra los algoritmos de previsión con un módulo de gestión de decisiones, elaborado en estrecha colaboración con profesionales de la salud expertos en diabetes, que orienta a los pacientes sobre la forma de controlar su glucemia. Sorprendentemente, el dispositivo precisa de una calibración nula o mínima conforme a cada paciente.

Este proceso se puede ilustrar con un ejemplo extremo. Un paciente presenta un valor bajo de glucosa y, acto seguido, se come una tableta de chocolate. Al introducir estos valores en el sistema, el algoritmo de predicción muestra que, en un plazo de veinte minutos, los niveles de azúcar en sangre van a elevarse peligrosamente. Después de indicar al dispositivo que se ha comido chocolate, el sistema recomienda la administración de una dosis de insulina, lo que evitaría la subida.

«El uso de las TIC para predecir lo que ocurrirá si no se realiza ninguna acción es solamente una parte», aclara el Sr. Poulsen. «Para un paciente, lo más útil es que se le aconseje qué puede hacer al respecto.»

Los socios del proyecto se han esmerado en demostrar la seguridad clínica del sistema. «Está en juego la vida de personas», reflexiona el Sr. Poulsen. «No se puede desarrollar un sistema que realice recomendaciones peligrosas e inapropiadas, y por ese motivo hemos impuesto criterios de seguridad muy estrictos».

Los ensayos del proyecto muestran que la capacidad predictiva del sistema posee utilidad clínica con una antelación de hasta dos horas. El componente de asesoramiento también es seguro, ya que las recomendaciones propuestas coincidieron completamente con las realizadas por médicos reales en el 88 % de las ocasiones y, de casi mil quinientas recomendaciones realizadas durante las pruebas, nunca se ofreció un consejo perjudicial.

Estos valores se lograron en un ensayo definitivo en el que cincuenta y cinco pacientes pasaron tres días siguiendo las recomendaciones de Diadvisor y tres días realizando sus actividades habituales.

«Es fundamental que se lleve a cabo un ensayo a gran escala en el futuro para determinar si Diadvisor puede mejorar las vidas de los pacientes», afirma el Sr. Poulsen. «Los resultados preliminares obtenidos a corto plazo son prometedores, puesto que Diadvisor redujo el tiempo que los pacientes pasaron en estado de hipoglucemia debilitante. Anteriormente se había especulado con que los consejos automáticos para pacientes mejorarían el control y el consorcio del proyecto Diadvisor acaba de demostrar que es posible. Los socios integrantes del consorcio buscan ahora la forma de seguir aprovechando los resultados del proyecto Diadvisor y continuar desarrollando instrumentos que ayuden a los pacientes a mantener un control más estrecho de su glucemia y a mantenerla dentro de valores normales.» 

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