Una nueva forma de controlar las plagas de insectos sin pesticidas y sin dañar el medio ambiente ha avanzado hoy con la publicación de resultados científicos que muestran que las palomillas dorso de diamante (PDD) de Oxitec con un «gen autolimitante» pueden reducir en forma significativa las poblaciones de PDD, una especie invasiva y una plaga grave para los cultivos de repollo, col, colza y otros cultivos de crucíferas alrededor del mundo.
Los resultados de hoy, que se publicaron en la revista BMC Biology, ofrecen otra prueba de concepto exitosa del novedoso enfoque desarrollado por Oxitec, una empresa derivada de la Universidad de Oxford que es pionera en métodos de control de plagas sin insecticidas. La técnica del gen autolimitante ya se ha probado contra los mosquitos que transmiten la fiebre del dengue, lo que permitió reducir sus poblaciones en más del 90% en Brasil, Panamá y las Islas Caimán: un nivel de control que ningún método había alcanzado. Debido a este éxito la técnica se usará en proyectos municipales en todo Brasil tras ser aprobada por el grupo nacional de bioseguridad.
La inspiración para este enfoque fue la técnica de los insectos estériles (TIE), que se usa en todo el mundo hace más de 50 años y consiste en esterilizar insectos machos usando radiación y liberarlos para que se apareen con hembras plaga. Sin cría, la población desaparece. El enfoque de Oxitec aprovecha los instintos reproductivos naturales de los insectos machos pero no utiliza radiación para esterilizarlos, que puede afectan muchos genes y la capacidad de reproducción del insecto. En su lugar, todos los insectos, en este caso las palomillas dorso de diamante, llevan un gen autolimitante. Las palomillas macho diseñadas se liberan para que se apareen con las hembras plaga y dado que las crías de las hembras no sobreviven para reproducirse, la cantidad de palomillas plaga se reduce. Las palomillas de Oxitec también llevan un marcador de color para control.
En los nuevos resultados publicados hoy, científicos de los EE. UU., el Reino Unido y China muestran que las poblaciones de palomillas dorso de diamante en invernaderos se pudieron controlar en 8 semanas.
A diferencia de los insecticidas, que pueden afectar una gran variedad de insectos, incluyendo abejas y otros insectos beneficiosos, este enfoque se limita a una especie en particular y solo afecta a la población plaga que se quiere combatir. Además, el gen autolimitante no es tóxico por lo que las palomillas no producen efectos secundarios si las comen las aves u otros animales.
«Esta investigación abre nuevas puertas para el futuro de la agricultura con métodos de control de plagas que no son tóxicos ni utilizan pesticidas», afirmó el Dr. Neil Morrison, investigador científico principal de la PDD en Oxitec y coautor de la publicación. «A todos nos interesa el control de plagas seguro y que no daña el medio ambiente. Por eso, esta es una herramienta muy prometedora que podrían usar los agricultores como parte de estrategias de control integral de plagas (CIP) para una agricultura más saludable y sustentable».
El coautor Tony Shelton, profesor de entomología en la Universidad de Cornell, también es un experto en el CIP y espera que la nueva tecnología pueda usarse como parte de más sistemas de cultivo agroecológicos, incluyendo la producción de cultivos orgánicos. «Ni los pesticidas convencionales ni los orgánicos pueden controlar la PDD, así que es hora de que los científicos y los agricultores trabajen juntos para encontrar nuevas herramientas», señaló.
La lucha contra la palomilla dorso de diamante en la producción de vegetales crucíferos les cuesta a los agricultores de todo el mundo alrededor de $5 mil millones de dólares al año. La PDD no se controla bien con los métodos actuales, sobre todo porque las palomillas se están volviendo cada vez más resistentes a los insecticidas.
«La palomilla dorso de diamante es un problema grave para los agricultores en el estado de Nueva York y en todo el mundo, donde sea que se siembren vegetales crucíferos y se hagan cultivos extensivos. Estas palomillas invaden y atacan los cultivos y están desarrollando resistencia a los insecticidas, por lo que necesitamos nuevas herramientas para controlarlas mejor con urgencia», agregó el profesor Shelton, quien planea realizar estudios de seguimiento para probar las palomillas de Oxitec en exteriores, bajo condiciones más rigurosas, al norte de Nueva York.
Estos estudios incluyen pruebas de campo en jaulas este verano, con planes de liberar insectos modificados a pequeña escala en el futuro. Los próximos ensayos ya han sido aprobados por el Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés) tras revisiones exhaustivas a cargo de expertos independientes y una consulta pública el año pasado.
El Dr. Morrison de Oxitec concluyó: «A medida de que los desafíos de la agricultura hacen que la coexistencia de diversos métodos de control de plagas sea cada vez más importante, los agricultores necesitarán, más que nunca, el apoyo de sus gobiernos, la población en general y la comunidad científica para ayudarlos con las herramientas que necesitan para cultivar nuestra comida».
(Oxitec/PRNewswire)