A primera vista, la región que muestra esta reciente imagen obtenida por Mars Express parece llena de cráteres de impacto. Pero la mayor de estas estructuras podría albergar un secreto bastante explosivo: podrían ser los restos de un antiguo supervolcán.
Las imágenes que aquí se presentan fueron obtenidas el 26 de noviembre de 2014 por la cámara estéreo de alta resolución a bordo de la nave de la ESA Mars Express. Muestran el accidente geográfico Siloe Patera, en la región Arabia Terra.
Siloe Patera consiste en dos grandes cráteres situados cerca del centro de la principal imagen en color. El borde exterior mide 40 x 30 kilómetros aproximadamente, y en su punto más profundo la depresión se hunde 1750 m por debajo de la llanura circundante.
Algunos científicos creen que Siloe Patera y otras estructuras similares en la misma región son calderas, o volcanes colapsados. Y no volcanes cualquiera, sino súpervolcanes marcianos.
En la Tierra, un supervolcán se define como un volcán que puede producir como mínimo 1.000 kilómetros cúbicos de materiales volcánicos durante una erupción, miles de veces más que las erupciones normales, y lo bastante potentes como para alterar el clima global. Un ejemplo es la caldera de Yellowstone en Estados Unidos.
Los súpervolcanes se forman cuando el magma queda atrapado bajo la superficie, lo que conduce a un enorme aumento de la presión. Los súpervolcanes experimentan erupciones violentas y no generan por tanto montañas como el Monte Olimpo. Eso dificulta su identificación, especialmente millones o miles de millones después de la erupción.
Pero en Arabia Terra se han detectado cráteres de formas irregulares, que podrían representar una familia de calderas de viejos súpervolcanes.
Siloe Patera es uno de estos ejemplos. Se caracteriza por dos depresiones con paredes muy pendientes, rasgos propias de los colapsos y un bajo relieve topográfico. Las dos depresiones podrían incluso representar dos episodios eruptivos distintos, debidos al colapso producido una vez que la presión del magma se relajó, o cuando la cámara magmática migró bajo la superficie.
En comparación, los cráteres de impacto incluyen un pico central, bordes del cráter elevados y capas de material eyectado depositado a su alrededor. Efectivamente hay muchos cráteres de impacto en esta escena: dos cráteres situados lado a lado justo encima de Siloe Patera son ejemplos de libro, así como el gran cráter al extremo derecho de la escena. Estos cráteres exhiben un pico central, paredes en terraza y están rodeados por material eyectado.
Un cráter de impacto con una relación entre profundidad y diámetro comparables a la de Siloe Patera debería tener estos rasgos, a menos que hubiera sufrido una intensa erosión o alteraciones. Pero no las muestra.
Observando con más detalle, como en esta imagen, se pueden ver muchos canales y riachuelos esculpidos en las paredes y en parte fluyendo hacia el interior de la depresión. Un accidente con forma de valle se introduce en la depresión por un lado.
El valle, junto con otros muchos pequeños canales en las inmediaciones, parece atravesar material en la parte inferior izquierda de los cráteres, material que podría bien haber sido eyectado tras un impacto, o bien proceder de un volcán.
Si es de un impacto, su distribución asimétrica podría explicarse bien por el impacto oblicuo de un meteoroide o por la erosión selectiva de la capa. Una alternativa es que se trate de lava llegada de esa parte de la caldera.
Ya se sabía que Arabia Terra tenía llanuras de material constituido por capas de finos granos con sulfatos y yeso. El origen de ese material se ha debatido mucho, y es posible que sea la lava y el polvo de las erupciones.
Sin duda hará falta más observaciones, de más resolución, para aclarar el misterio, y tal vez incluso toma de muestras in situ. Y como los gases liberados en una hipotética erupción de un supervolcán podrían haber afectado el clima de Marte, este es un tema de gran interés.