Utilizando imágenes de tomografía computarizada (TC), investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont han participado en un estudio que supone la primera reconstrucción tridimensional del encéfalo de Arenysaurus ardevoli, un dinosaurio hadrosaurio descubierto en Arén (Huesca).
Esta tecnología permite recrear virtualmente tejidos blandos se ha generado un modelo de la cavidad endocraneal, los nervios e incluso el oído interno.
El cráneo de Arenysaurus ardevoli analizado está extraordinariamente bien conservado, fusionado y sin deformaciones, lo que permitió realizar una tomografía computarizada de su cavidad cerebral mediante un aparato de tomografía industrial.
En el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) se hizo la segmentación de las imágenes.
«El proceso consiste en ensamblar las imágenes radiográficas y separar virtualmente los diferentes materiales que se encuentran: hueso, matriz, aire, etc. para conseguir generar un modelo 3D que nos muestra la forma, tamaño y volumen de las cavidades interiores de un cráneo con un sistema no destructivo», explica Josep Fortuny, coordinador del Grupo de Investigación de Paleontología Virtual del ICP.
El tratamiento y posterior análisis de las imágenes ha permitido confirmar la correcta asignación de esta especie a la subfamilia de los lambeosaurinos dentro de la familia de los hadrosaurios (también conocidos como dinosaurios «de pico de pato») que se caracterizan por tener los mayores cerebros (en proporción a su cuerpo) dentro de los ornitisquios, el gran grupo de dinosaurios que incluye especies tan conocidas como el triceratops o el estegosaurio.
Además de esta gran capacidad cerebral, los hadrosaurios también se caracterizan por tener unos bulbos olfatorios (una estructura cerebral relacionada con la percepción de los olores) muy desarrollados.
Las imágenes también han revelado algunas características únicas de esta especie que podría mostrar un proceso inicial de enanismo. Este hecho estaría relacionado con la condición de insularidad que vivió a finales del Cretácico, cuando la actual Europa era un conjunto de islas que formaban un archipiélago.
En condiciones de aislamiento, en las que los recursos alimenticios suelen ser escasos y hay baja depredación, las especies tienden a ser más pequeñas que sus homólogas del continente para maximizar la eficiencia energética.
Los restos estudiados de Arenysaurus ardevoli fueron encontrados en Arén (Huesca) en los años 90 por un equipo de la Universidad de Zaragoza. Esta especie coexistió con otros dinosaurios que se hallados en los Pirineos como Pararhabdodon isonensis, identificado a pocos kilómetros de distancia en varios yacimientos de Isona.
Estas zonas de Aragón y Cataluña forman parte de la misma unidad geológica, la cuenca de Tremp, que desde hace años está proporcionando un registro fósil excepcional de restos de dinosaurios que vivieron hace unos 70 millones de años.
La neuroanatomía de los hadrosaurios norteamericanos y asiáticos es bastante conocida, pero la de los representantes europeos de este grupo es muy escasa, ya que hay pocos restos de cráneos completos. El artículo es producto de la colaboración de investigadores del ICP, la Universidad del Río Negro-Conicet de Argentina y la Universidad de Zaragoza y ha sido publicado en el último número de la revista PeerJ.
Referencia bibliográfica:
Cruzado-Caballero P, Fortuny J, Llacer S, Canudo J. (2015) Paleoneuroanatomy of the European lambeosaurine dinosaur Arenysaurus ardevoli. PeerJ 3:e802 DOI:http://dx.doi.org/10.7717/peerj.802