A partir de la creciente sensación de violencia que se vive en México, María Fernanda Rodríguez y Paulina Cienfuegos, alumnas de la Universidad de Xalapa, hicieron un estudio que reveló que las zonas más peligrosas de las ciudades en este país, se encuentran en el centro.

La delincuencia en México se ha disparado en los últimos dos años, duplicando el total de los delitos cometidos en 2009 para 2010, actualmente hay por los menos 55 millones de mexicanos que se sienten inseguros de transitar en la vía pública, según datos del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC.)

CIDAC es una organización sin fines de lucro que realiza investigaciones para promover el desarrollo de México a mediano y largo plazo, entre sus objetivos están el favorecer un desarrollo igualitario y elevar los niveles de vida de la población.

Los delitos que se cometen en las zonas centro de las ciudades van desde el robo de una cadena, hasta el robo de un automóvil, comentó María Fernanda Rodríguez. Agregó que los ciudadanos ya no caminan seguros en estas transitadas zonas.

Según cifras del CIDAC, los ocho delitos más comunes son secuestro, homicidios ocurridos por presunta rivalidad delincuencial, lesiones dolosas con arma blanca, extorsión, robo con y sin violencia a peatón y robo con y sin violencia de vehículo.

Para combatir la inseguridad en las zonas centro de las  ciudades del país las jóvenes proponen crear un sistema de prevención del delito, que consiste en tres etapas, la  primera busca crear conciencia en los niños acerca de cómo tener una vida digna, sin enajenarse con productos de elevado costo que se publicitan diariamente en los medios de comunicación.

Cabe mencionar que en un día estamos expuestos a por lo menos 1500 anuncios publicitarios, según la revista Merca2.0, eso ha llevado a que incluso los más pequeños busquen imitar a los adultos y comprar o atesorar todo lo que puedan, por eso este modelo contempla una integración cultural que no dependa de lo económico, sino de valores.

Este plan es una propuesta a los gobiernos locales en primera instancia, porque se requiere trabajar en las escuelas y en centros de atención infantiles que se ubicaran en las zonas más conflictivas de cada ciudad.

Aunque no está previsto en el plan de prevención del delito, es preciso que los padres se vinculen con las actividades escolares y recreativas de los hijos, porque los valores se fomentan prioritariamente desde el hogar.

Para la segunda etapa se combate el crimen directamente, con un sistema de alarma en cada esquina del centro de la ciudad para ser usado en caso de sufrir un ataque, con lo cual en 120 segundos debe haber un policía que acuda a nuestro auxilio.

Además se colocarán más cámaras para estar seguros de que quien sea detenido, sea quien cometió el delito, porque el sistema de seguridad actual ha tenido constantes equivocaciones.

En la tercera etapa se fomentaran actividades recreativas relacionadas con la música, porque según Paulina Cienfuegos y María Fernanda Rodríguez quien toca un instrumento es menos propenso a cometer un robo.

Esta última acción ya se implementa en el estado de Yucatán, mismo que según datos de la Presidencia de la República es considerado el estado más seguro del país, seguido de Querétaro y Baja California Sur.

La falta de oportunidades educativas, también es otro factor que influye en el disparo de delitos, Según Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para la Prevención de la discriminación (CONAPRED), los jóvenes que no estudian ni trabajan están más expuestos al crimen y la violencia.

Además las estudiantes mencionaron que la situación de miseria que vive alrededor del 20% de los habitantes del país, también expone a los jóvenes a delinquir. Al respecto Bucio comentó que no se están generando los recursos suficientes para sostener a una población que llegará a tener 28 por ciento de personas de más de 60 años en 2050, ni se está aprovechando el bono demográfico.

Paulina Cienfuegos y María Fernanda prevén que el proyecto se incube en 6 meses y los resultados se obtengan en 24 meses, no se trata de un modelo inmediato, pero sí puede producir resultados a mediano y largo plazo.

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