La exposición itinerante Ahuehuetes, nuestros seres queridos, integrada por 22 imágenes capturadas por 14 estudiantes del Taller Introducción a la Fotografía, se inauguró este lunes 18 de febrero en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana, campus Orizaba-Córdoba, y permanecerá hasta el viernes 22.
La exposición recorrerá varias entidades universitarias: del 25 de febrero al 2 de marzo estará en la Facultad de Ciencias Químicas, del 4 al 8 de marzo podrá verse en Medicina, del 8 al 12 de abril en Ingeniería, del 15 al 19 en Enfermería y del 22 al 27 en Contaduría y Administración.
Alan Morgado, académico responsable del taller, comentó que éste se imparte los sábados en la Facultad de Medicina de Ciudad Mendoza. Los 14 alumnos que participan en la exposición tomaron clases durante el periodo agosto-diciembre 2012, y las imágenes fueron capturadas en octubre de ese año, a lo largo de una semana.
Las fotografías, agregó, poseen distintos formatos pero la misma técnica: “Todas están realizadas con cámaras digitales, pues son una herramienta de fácil acceso. Utilizaron desde las que traen los teléfonos celulares hasta cámaras de aficionado y profesionales”.
Explicó que el proceso de selección se hizo en grupo y durante una clase, en la que todos valoraron las fotografías y decidieron cuáles conformarían la muestra.
Morgado comentó que el objetivo de que la exposición recorra distintas facultades es despertar e incentivar en la comunidad universitaria el interés por el lenguaje fotográfico como manifestación artística, además de fomentar y fortalecer la cultura del cuidado y revaloración de los espacios naturales.
Y es que el tema central de las fotografías es el ahuehuete, “árbol nacional de significativa importancia para nuestra cultura”. Las imágenes se tomaron en el bosque de galerías de ahuehuetes, ubicado a orillas del río Blanco, al cual se puede llegar por distintos municipios del valle de Orizaba, entre ellos Ciudad Mendoza.
En el lugar contrasta la majestuosidad del ahuehuete –que en náhuatl significa “árbol que nunca envejece” o “árbol viejo del agua”– con la contaminación del río, cuyo cauce arrastra basura que queda atrapada entre las raíces de estos árboles.
Los ahuehuetes crecen en zonas donde hay mucha agua y alcanzan alturas de hasta 40 metros. Su copa es frondosa; algunas de sus ramas tienden a rozar el suelo y encontrarse con sus raíces, las cuales sobresalen de la tierra.
En el bosque aledaño al río Blanco también pueden observarse decenas de escarabajos “rinoceronte”, que habitan en los recovecos de estos ejemplares.
El académico comentó que en la experiencia educativa que imparte, el taller de paisaje está asociado con el aprendizaje previo de composición fotográfica. Como las clases se desarrollan en Ciudad Mendoza, eligió el paseo citado para que los estudiantes hicieran los ejercicios correspondientes.
“En primer lugar, es un espacio propicio para ejercitar el lenguaje de composición de la fotografía. Además, brinda la oportunidad de acercar a los estudiantes a sus propios espacios naturales, muchas veces desconocidos, y lograr así una revaloración y una conciencia de cuidado del medio ambiente.”
La dinámica que siguieron los estudiantes “implicó que se involucraran de manera personal con una situación, para generar un diálogo más profundo y un mayor sentido de pertenencia”.
Morgado explicó que les pidió que a lo largo del recorrido pensaran en un ser querido que ya no estuviera físicamente con ellos, y que escogieran el ahuehuete que, por su forma o algún otro referente, más se los recordara.
“Se trató de depositar la esencia de un ser querido ausente en otro ser vivo, en este caso un árbol. La intención era lograr un proceso de significación; una vez que lo encontraron, hubo un espacio de diálogo (visual, táctil, oral, o cualquier medio en que el estudiante se sintiera cómodo). Ése era su árbol, su ser querido.”
El académico continuó: “Fue una catarsis, una experiencia muy buena que los estudiantes, según han compartido, vieron como una oportunidad de reencontrarse y dialogar. Después de tener esta perspectiva de un árbol, y de vivirla como tal, se generó un sentido de pertenencia que propició la defensa y cuidado de estos árboles”.
Los autores de las fotografías que podrán observarse hasta el 27 de abril en el campus Orizaba-Córdoba son: Liliana Vázquez, Tonatiuh Martínez, Alma Espitia, Pablo Gasga, Lizeth Saturnino, Alejandra Santiesteban, Francisco Ramírez, René Reyes, Roberto García, Nuit González, Jessica Martínez, Miriam Calderón y Mario Moreno.
Las clases del Taller Introducción a la Fotografía para el actual periodo escolar iniciaron el sábado 16 de febrero; en la actualidad están inscritos 35 estudiantes.