La Universidad Veracruzana (UV) busca ser referente internacional en inteligencia artificial y para concretarlo su comunidad académica y estudiantil trabaja en proyectos que han alcanzado un excelente nivel, aseguró el científico Antonio Marín Hernández.
Después de casi 20 años de haber creado el Departamento de Inteligencia Artificial (DIA), la UV vive un momento de madurez en investigación de esta índole, agregó el profesor-investigador de esta entidad académica.
Relató que el DIA intensificó la movilidad de estudiantes y profesores al extranjero, así como los convenios de colaboración con diversas instituciones. Acciones orientadas a lograr que su Maestría y Doctorado en Inteligencia Artificial logren el nivel de competencia internacional, el más relevante del Programa Nacional de Posgrados de Calidad, proceso de certificación que acredita el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Como muestra mencionó que hace dos años el DIA firmó un convenio de colaboración con la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, Francia, lo que facilitó que la comunidad estudiantil de la Maestría y el Doctorado en Inteligencia Artificial realicen estancias académicas en el Laboratoire d’Analyse et d’Architecture des Systèmes del Centro Nacional de Investigación Científica Francés (LAAS-CNRS).
A la fecha se han realizado tres estancias académicas en la Universidad Paul Sabatier por parte de dos estudiantes de la Maestría en Inteligencia Artificial: Arturo Cruz Maya y Óscar Alonso Ramírez. El director de tesis de ambos es el científico Antonio Marín Hernández.
Óscar ya ingresó al Doctorado en Inteligencia Artificial del DIA de la UV, y su trabajo de investigación estará co-dirigido por el propio Marín y por Michel Devy, investigador del LAAS-CNRS.
La crisis de la ciencia
Antonio Marín Hernández –quien desarrolla investigaciones sobre la interacción hombre-robot, concretamente sensores perceptuales– precisó que mientras en México el gobierno invierte 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto en ciencia y tecnología, en países como Francia destinan arriba de dos por ciento en esos sectores.
De ahí la importancia de alianzas con esas instituciones que tienen recursos superiores a los que hay en México, pues para determinados proyectos aquí no hay la infraestructura adecuada, entonces los estudiantes se van a hacer experimentación allá y regresan a realizar el trabajo de procesamiento de información.
El académico enfatizó que la investigación es fundamental en todo país para poder crear conocimiento y empresas con valor agregado tecnológicamente.
“Si México no invierte y no hace ciencia y tecnología, siempre nos vamos a dedicar a ser maquila de industrias. Si queremos salir del agujero donde estamos, la única manera es invertir en estos rubros y aprovechar los excelentes estudiantes que tenemos, becándolos para que continúen sus estudios.”
De acuerdo con Antonio Marín, con la inversión en ciencia y tecnología se erradicará la migración de profesionistas o científicos a otras naciones, fenómeno conocido como “fuga de cerebros” –consecuencia de la falta de oportunidades de desarrollo de sus áreas de investigación, por motivos económicos o por conflictos políticos en su país natal–, cuando las industrias mexicanas se den cuenta que requieren de innovación para poder permanecer en el mercado.
“Si las industrias se dan cuenta que contratando gente experta pueden mejorar sus procesos de producción, el escenario cambiará.”
Según expectativas de los japoneses, para 2025 o 2030 la cantidad inversión de recursos involucrados con robótica superará 100 veces lo que actualmente se utiliza en cómputo, “hay una apuesta gigantesca a este tipo de dispositivos, porque se espera que podamos contar con robots de servicios”.
Pese al escenario del país, reiteró, la UV desarrolla investigaciones de excelente nivel, impulsa la movilidad de sus estudiantes y profesores, y trabaja para ser un referente internacional.
Testimonios
Oscar Alonso Ramírez, oriundo de Xalapa, es egresado de la Licenciatura en Instrumentación Electrónica de la UV, recientemente concluyó su maestría e inició su Doctorado en Inteligencia Artificial, ambos posgrados del DIA.
De octubre a diciembre de 2012 realizó la primera movilidad a la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, Francia, con el propósito de iniciar su proyecto de investigación de maestría.
“Trabajé con un robot que se llama PR2. Hay muy pocos robots de esos en el mundo y para mí fue una muy buena oportunidad”, compartió.
En su segunda movilidad, durante julio de 2013, el propósito fue hacer experimentos finales para concluir su tesis “Reconstrucción semántica de ambientes de interior por un robot autónomo”, que tiene como objetivo principal la detección de inmobiliario.
“La idea es reconocer muebles, principalmente los que cambian de lugar porque si un mueble está fijo se coloca en un mapa y el robot ya sabe que siempre está ahí, pero en el caso de sillas, mesas, sillones, quizá se muevan un poco y el robot tiene que saber identificarlos para no chocar. Esto ayudará más adelante a que el robot dentro de casa tenga un mejor desplazamiento”, explicó.
La experiencia que Oscar –de 24 años de edad– adquirió en ambas movilidades es inigualable: “Conocer laboratorios, cuyos integrantes tienen una mentalidad de trabajo diferente, que tienen un presupuesto mucho más grande del que tenemos aquí y que se ve reflejado en sus instalaciones, fue una experiencia muy gratificante.»
Agregó que ver las diferencias y las similitudes le permitió darse cuenta «de que no porque sean de Europa hacen las cosas mejor, creo que los trabajos que estamos haciendo aquí son muy buenos. Confirmé que estamos haciendo cosas con muy buen nivel”.
Oscar continuará su proyecto de investigación en el doctorado y tiene planeado regresar a realizar trabajos de experimentación a la Universidad Paul Sabatier, dada la facilidad que ha tenido para tramitar su movilidad.
Por su parte Arturo Cruz Maya, quien desarrolló su trabajo de tesis de maestría “Detección e interpretación de posturas humanas para la interacción humano-robot”, también viajó a la Universidad Paul Sabatier en el periodo abril-julio de 2013.
Arturo, oriundo de Chiapas, enseguida que egresó del Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco, Tabasco, buscó la Maestría en Inteligencia Artificial y encontró programas totalmente afines al tema en instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados y la UV.
El estudiante se decidió por la maestría del DIA de la UV, por impartirse en una ciudad tranquila como Xalapa, aunado al prestigio que tiene la institución a nivel nacional y los convenios de colaboración con instituciones internacionales.
Su estancia en Francia le permitió confirmar la buena preparación que ha recibido en el DIA: “Nuestro nivel es equiparable al que tienen allá. Cualquier cosa que digan es entendible por nosotros y lo que nosotros decimos es entendible e interesante para ellos. Se puede dar una buena colaboración”.
Antonio –de 28 años de edad– está a la espera de que se publiquen las convocatorias de beca del Conacyt para estudiar su doctorado en Francia, pues después de Estados Unidos y Japón es el país donde están desarrollando más investigaciones sobre la interacción humano-robot.
“La interacción humano-robot creo que es el futuro de la computación. Ahora tenemos computadoras y celulares con los que interactuamos cada vez más, y considero que esto en el futuro, a muy largo plazo, será de igual forma pero con los robots, pues nos ayudarán en tareas domésticas, cuidado de enfermos y ancianos. Hacia allá se enfoca eso. Por eso me interesa seguir desarrollándome en el tema”, concluyó.