La rectora de la Universidad Veracruzana (UV) Sara Ladrón de Guevara González, celebró la presencia de cinco distinguidos investigadores de El Colegio Nacional en México, institución que se suma a los festejos del 70 aniversario de la máxima casa de estudios del estado con el evento académico “Presencia de El Colegio Nacional en la UV”

La Rectora destacó que el Colegio Nacional es una institución cercana a la UV, tanto que algunos de sus miembros han formado parte de su Junta de Gobierno. En la actualidad, precisó, están Adolfo Martínez Palomo, Eduardo Matos Moctezuma y recientemente concluyó su gestión José Sarukhán.

Por su parte, el destacado científico Ruy Pérez Tamayo, durante su participación este jueves 4 de septiembre en la sala de videoconferencia de la USBI-Xalapa, señaló que la UV y el Colegio Nacional comparten metas y aspiraciones.

“Nos preguntamos qué podíamos hacer para darle más lustre a esta fiesta, y pensamos en compartir con ustedes algunas de las áreas del conocimiento que trabajamos”, comentó Pérez Tamayo.

El evento, desarrollado en la sala de videoconferencias con transmisión a todos los campus, continuará el viernes 5 con las conferencias de Juan Cervantes Pérez, Ranulfo Romo Trujillo, Víctor Alcaraz Romero, Eusebio Juaristi y Ángel Trigos Landa.

En la inauguración estuvieron presentes Leticia Rodríguez Audirac, secretaria académica; Carmen Blázquez Domínguez, directora general de Investigaciones; Luis Fernando Lara, representante de El Colegio Nacional, así como directores de áreas académicas, administrativas, de facultades e institutos de investigación.

 

Jaguares y serpientes: los olmecas

La rectora Sara Ladrón de Guevara González dictó la primera conferencia del evento, titulada “Jaguares y serpientes: los olmecas, entre el arte y la arqueología”.

         Expuso que los arqueólogos de datos duros no pueden pasar por alto las partes estéticas de piezas arqueológicas y esculturas, porque “los descubrimientos no ocurren sólo en el campo”.

Planteó que el conocimiento que tiene la sociedad de las culturas antiguas no sólo proviene del dato arqueológico, sino en buena medida de la apreciación estética de los objetos antiguos hallados.

“Nuestro conocimiento se da con más claridad desde la parte sensible que por la parte cognoscitiva. Se da más claramente que cronologías, dinastías, tiempo, coordenadas geográficas, porque los seres humanos nos comunicamos también a través de los objetos, y resulta que los objetos arqueológicos son mensajes directos de los antiguos”.

Mencionó que los primeros datos de la cultura olmeca datan de 1869, cuando se descubre una cabeza monumental en Tres Zapotes, Santiago Tuxtla, Veracruz. Pero fue hasta 1942, en una mesa redonda de arqueólogos, que se acuñó el nombre olmecas para designar a esta cultura, creadora de grandes esculturas y cabezas colosales.

Una de las características del arte olmeca, apuntó, es que está centrado en la figura humana, lo que hace que el mensaje y la comunicación sea directa entre los olmecas y los hombres actuales, ya que se trata de un mensaje totalmente humanista “Esto ha hecho que su estética sea muy apreciada y bien recibida en todo el mundo”, afirmó.

A partir de la apreciación estética de las esculturas y cabezas monumentales que dejaron los olmecas y que han sido hallados por los arqueólogos, se han encontrado datos nuevos e incluso surgieron nuevas hipótesis.

Una de ellas, refirió, es la planteada por Miguel Covarrubias, artista e investigador, interesado en los hallazgos y excavaciones arqueológicas. Él, precisamente, fue fue quien en la mesa redonda propuso el nombre olmecas para esta cultura.

A partir de la observación de todas las esculturas, sugirió que todos los dioses prehispánicos tienen su origen en el dios hombre-jaguar, idea que plasmó en la representación gráfica de la evolución de la máscara de Tláloc, esquema que a la fecha es aceptado por los arqueólogos.

Otra corriente arqueológica, apuntó Ladrón de Guevara González, ha propuesto que el animal reflejado en el arte olmeca no es jaguar sino serpiente, de tal manera que sostienen que se trata de una sociedad totémica, donde los animales representados no son sólo imágenes de culto sino que están asociados a su organización social.

Una más es la planteada por Rubén Bonifaz Nuño, que decía que Tláloc proviene de la serpiente y no del jaguar, después de analizar la estética de las serpientes olmecas hasta las serpientes mexicanas.

Beatriz de la Fuente, historiadora del arte, demostró que la estética olmeca tiene mucha relación con la estética occidental en términos de proporciones. Además, hizo un catálogo de la escultura monumental olmeca, el cual “hasta nuestros días es una herramienta fundamental para los investigadores de esta cultural”.

Por ello, “Mi invitación a los jóvenes arqueólogos a no solamente tratar de descubrir en los sitios arqueológicos, sino a mirar las colecciones que se hayan en los museos y que todavía tienen mucho que decirnos”, finalizó.

 

Ficha curricular

Sara Ladrón de Guevara González es licenciada en Antropología con especialidad en Arqueología, por la UV. Tiene Maestría en Historia del Arte y Arqueología por la Universidad de Paris 1, Sorbonne, y Doctorado en Antropología por la UNAM.

Tiene en su haber más de 100 publicaciones nacionales e internacionales. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) desde 1993, actualmente es Nivel II.

Fue suplente del presidente del Consejo e Arqueología del INAH de 1996 a 2005; en 2007 el INAH le otorgó el Premio de Divulgación al mejor trabajo publicado por su libro Hombres y dioses del Tajín.

Fue reconocida como Mujer Veracruzana 2008, por el Congreso del Estado y el Gobierno del Estado. Fungió como Directora del Museo de Antropología en los periodos de 1995 a 1997 y de 2005 a 2013. De 1997 a 2001 se desempeñó como Secretaria Académica de la UV.

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