La Universidad Veracruzana (UV), la Secretaría de Protección Civil del Estado de Veracruz y el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentaron y pusieron en marcha la Red Veracruzana de Monitoreo Sísmico, la cual transmitirá en tiempo real vía satelital al Servicio Sismológico Nacional los movimientos telúricos locales y regionales.

La rectora Sara Ladrón de Guevara dijo que a través de medidas como ésta se contribuye en la creación y apuntalamiento de la cultura preventiva que permitirá a la sociedad mexicana hacer frente a la fragilidad que se tiene en el terreno sismológico; “en esta construcción se puede contar con la Universidad Veracruzana”, expresó.

Señaló que los devastadores terremotos que sacudieron a la Ciudad de México en septiembre de 1985 fueron el parteaguas en la vida y la historia de la capital del país, fue a partir de este suceso que nació la conciencia sobre la importancia de la prevención de los riesgos.

“El precio que como sociedad hemos debido pagar por esta exposición a los sismos es elevada, sobre todo en términos de vidas humanas y de secuelas que como sociedad nos han quedado.”

Por ello celebró la unión de esfuerzos, de recursos humanos y materiales entre el gobierno del estado –a través de la Secretaría de Protección Civil–, el Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la UV y el Instituto de Geofísica de la UNAM, para crear y poner en marcha dicha red de monitoreo.

Por su parte, Noemí Guzmán Lagunes, secretaria de Protección Civil en la entidad, mencionó que la UV es una aliada clave para hacer viable la prioridad de incluir el tema de la reducción de riesgos de desastres en las agendas de desarrollo de los veracruzanos.

Advirtió que 80 por ciento de los riesgos son socialmente construidos, por eso consideró que debe trabajarse en el tema de la gestión integral del riesgo, especialmente en detectar qué lo está ocasionando, en crear acciones preventivas, en hacer conciencia de que existen; en conclusión, debe trabajarse en construir un sistema integral que ayude a reducir los peligros derivados de desastres hidrometeorológicos, geológicos, químico-tecnológicos, sociorganizativos, sanitarios-ecológicos, entre otros.

Por ello destacó: “La materia sísmica es uno de muchos temas de una agenda muy amplia de colaboración que nos une y debemos fortalecer. La UV al ser fuente de conocimiento puede insertar la gestión integral de riesgo en las políticas profesionales, ya que se requiere de profesionistas en arquitectura, ingeniería y demás disciplinas que recojan la estrategia de gestión integral de riesgo para reducir significativamente los riesgos y desastres en el estado”.

Refirió que Veracruz es considerado a nivel nacional con una dimensión de riesgo medio-bajo en actividad sísmica y añadió que de 1998 al primero de noviembre del presente año se han registrado 437 sismos, la mayoría de ellos en la zona sur de la entidad.

Además, detalló, en el territorio estatal se ubican dos de los principales volcanes activos de todo el país, de ahí que debe tomarse con mayor seriedad el monitoreo sísmico.

En el evento estuvieron presentes por parte de la UV: Leticia Rodríguez Audirac, secretaria Académica; Octavio Ochoa Contreras, secretario de la Rectoría; Ignacio Mora González, director del CCT, y Antero Borboa Lara, coordinador general de Protección Civil y Seguridad Universitaria.

Además Alejandro Bonilla Bonilla, director de Prevención de Riesgos de la Secretaría de Protección Civil Estatal, y Gilberto Castelar Resina, director de Instrumentación del Centro Nacional de Prevención de Desastres.

 

Red Veracruzana de Monitoreo Sísmico

Arturo Iglesias Mendoza, director del Instituto de Geofísica de la UNAM, refirió que el sismo registrado en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, fue un parteaguas en el tema de la cultura de prevención de riesgos en el país, ya que derivado de este desastre se construyó todo un sistema de protección civil y un sistema sismológico para monitorear esta actividad.

Apuntó que en el caso del estado de Veracruz se han registrado movimientos telúricos de relevancia que ocasionaron pérdidas humanas y en infraestructura, ejemplo de ello son el del 3 de enero de 1920 en Xalapa y el 28 de agosto de 1973 en Orizaba, considerados los dos sismos más mortíferos del país, después del registrado en septiembre de 1985, de ahí la importancia de contar con una red de monitoreo.

En relación con la red, Iglesias Mendoza detalló que cuenta con 11 estaciones de banda ancha distribuidas a lo largo y ancho de la entidad, y cada una de ellas cuenta con equipo de primer nivel, por ejemplo sensores pueden detectar incluso los pasos alrededor de ellos, por lo que pueden ser de gran ayuda para mostrar sismos locales y regionales.

También, dijo, cuentan con acelerógrafos que son idóneos para tener la señal intacta, precisa sobre el epicentro y la intensidad, “en caso de un sismo intenso los sensores saturan y echan a perder el registro, por lo que como garantía tendremos el registro de la aceleración”, indicó.

Agregó que “las estaciones transmiten en tiempo real vía satélite, 600 valores de amplitud, es decir, 600 muestras por segundo en seis canales (tres de velocidad y tres de aceleración) hasta el puesto de mando central del Servicio Sismológico Nacional y ahí repetidas por Internet hacia el CCT y posteriormente a las instalaciones de Protección Civil Estatal.”

El experto explicó que todo esto permite tener localizaciones más detalladas de sismos locales en el estado, pero también permite tener determinaciones adecuadas de magnitud de sismos de otros estados de la República Mexicana.

Finalmente afirmó que esta red representa la realidad y el futuro de la Red Sismológica Nacional, la cual tendrá que ser alimentada con información proveniente de una serie de redes estatales sísmicas.

“El futuro serán redes sismológicas compartidas operadas por universidades, institutos tecnológicos y secretarías estatales de Protección Civil, y que transmitirán la información al Servicio Sismológico Nacional”, 

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