Las carambolas de la vida han dado a Mané la oportunidad de conocer como se hace ciencia en distintas partes del país y del extranjero. En sus años adolescentes fue asiduo visitante de los laboratorios de fisiología y farmacología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en los cuales, además de dejarlo curiosear por ahí, los investigadores lo instruyeron acerca de la forma de realizar ciertos experimentos in vivo,  en gatos y ranas. Puede ser que aquella experiencia lo haya hecho desistir de buscar su futuro en las ciencias biomédicas experimentales. Además, los estudiantes a veces lo agarraban de chalán y le pedían que instalara, reparara o construyera dispositivos electrónicos que se usarían en los experimentos. Es probable que ahí se diera cuenta con toda claridad que lo experimental, lo manual, no era lo suyo. Así que se entretenía más cuando algún investigador ponía en sus manos algún libro sobre biología matemática o acerca de las teorías sobre el funcionamiento del cerebro. Porque en aquellos años felices de eso se trataba: de entretenerse, de divertirse, ya fuera pedaleando una bicicleta o acercándose a la ciencia.

            Años más tarde, en tanto realizaba estudios de posgrado, trabajó de algo así como ayudante de investigador en la Universidad de Edimburgo, tratando –con lo poco que entendía- de formular un modelo matemático para estimar la cantidad de carne, hueso y grasa que el cuerpo de alguna vaca contenía, sin necesidad de matar al animal y destazarlo, ¿cómo la ven desde ahi?

            Posteriormente, la necesidad y el destino lo llevaron a desempeñarse otra vez como chalán en El Colegio de México, donde desarrollaba programas de cómputo para analizar datos relacionados con investigaciones que en aquella institución desarrollaban algunos economistas. Por la misma época completaba el gasto chambeando en el Departamento de Farmacología del CINVESTAV –igualmente de chalán, sus credenciales no daban pa’ más- también desarrollando programas de cómputo para análisis estadísticos que los investigadores requerían.

            Hasta que, un buen día, la suerte quiso que Mané pudiera formarse y emplearse como investigador, lo cual le ha permitido no solamente desarrollarse en la disciplina de su interés, sino también disponer de espacio y tiempo para abordar el estudio de la historia y filosofía de la ciencia e incursionar en el terreno de la comunicación y divulgación de la ciencia.

            En pocas palabras, Mané es un metiche en todo lo que huela a ciencia. Así que por eso despertó su interés el hecho de que en fecha reciente se convocó a  una reunión, por parte del COVECYT y la legislatura estatal, para dar a conocer el diagnóstico sobre ciencia, tecnología e innovación para el Estado de Veracruz, informe que vale la pena considerar. Sobre todo porque proviene del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), el cual –de acuerdo con el artículo 36 de la ley de Ciencia y Tecnología- es un organismo autónomo, permanente y de consulta del Poder Ejecutivo, del Consejo General de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación y de la Junta de Gobierno de CONACYT, teniendo también una estrecha colaboración con las Cámaras de Diputados y Senadores, así como con los congresos  locales.

          Los resultados de este diagnóstico se plasman en el documento: “Veracruz: Diagnóstico en Ciencia, Tecnología e Innovación”, en cuya presentación se afirma: “La experiencia de los países avanzados, con los mayores índices de bienestar social y económico, revela que su progreso es proporcional a la inversión que han hecho en educación, ciencia, tecnología e innovación. Por ende, la lección es clara: si queremos progresar social y económicamente, tenemos que promover el desarrollo educativo, científico y tecnológico.”

          Es decir, se presume una relación causal entre el desarrollo educativo, científico y tecnológico y los índices de bienestar social, cuando es bien sabido que una simple correlación entre dos indicadores no implica necesariamente una relación causal, sino que la asociación observada entre indicadores puede estar mediada por la interacción compleja entre muchos otros factores no necesariamente considerados en el estudio.

          Ello no obstante, es pertinente considerar el contexto socioeconómico del Estado de Veracruz como un factor condicionante del desarrollo científico y tecnológico de la entidad. Pues bien puede ser que sea el progreso social y económico lo que genere las condiciones que posibiliten el desarrollo científico y tecnológico, y no al contrario como se sugiere en la presentación.

          En fin, el  Foro Consultivo Científico   y   Tecnológico    se   propuso realizar un diagnóstico de la situación actual que presentan la ciencia, la tecnología y la innovación en cada una de las entidades federativas, con la finalidad de apoyar a los gobiernos estatales para que puedan instrumentar estrategias en el corto, mediano y largo plazos, orientadas a abatir dicho rezago  mediante  la  aplicación  del  conocimiento. En el diagnóstico también se detectan y reconocen las fortalezas y logros de cada una de las entidades federativas.

-¡Qué chido!- exclama Mané.

En cuanto al entorno socioeconómico, según consigna el diagnóstico, el Estado de Veracruz produce 4.25% del Producto Interno Bruto de México. Es la sexta economía más grande del país, sólo detrás del Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León, Jalisco y Chihuahua. En 2006 el valor de su PIB ascendió a 31,966 millones de dólares (mdd), monto superior al de países como Bulgaria (31,656 mdd), Serbia (30,527 mdd)  y  Guatemala  (30,231  mdd).  Entre  1996  y 2006, el PIB veracruzano creció a una tasa promedio anual de 2.37%, tasa inferior al promedio nacional y una de las más bajas del país, sólo por arriba de Oaxaca, Tabasco y Guerrero. El sector terciario es el que mayor participación tiene en la economía de Veracruz, particularmente el comercio, restaurantes y hoteles, y los servicios; sin embargo, las actividades que tienen una mayor participación que el promedio nacional son: las del sector agropecuario, silvicultura y pesca; construcción; electricidad, gas y agua, por lo que es en estos sectores donde se ha especializado la actividad económica del estado.

En 2006, Veracruz ocupó la posición 24 en el PIB per  cápita;  el  monto  fue  de  4,427  dólares,  cifra muy inferior al promedio nacional. Haciendo el comparativo  con  algunos  países,  este  indicador es  similar  al  que  tienen  Serbia  (4,118),  Bulgaria (4,111.7) y Belice (4,022.4). Este bajo desempeño se debe a que la proporción de población que vive en Veracruz es superior a la participación que tiene el estado en la economía del país; cuenta con 7.29 millones de habitantes, de los cuales 40.2% es parte de la población económicamente activa.

El tamaño de su economía tampoco corresponde a los niveles de competitividad: ocupa la posición 22 tanto en el Índice de Competitividad Estatal del IMCO (2006) como en el Índice de Uso de los Recursos de COPARMEX (2004), y mejora su posición en el Índice de Potencial de Innovación estatal donde se encuentra en el lugar 16.

En lo tocante a su capacidad empresarial, cuenta con 177 mil unidades económicas, lo que representa 6.1% del total nacional, la cuarta mejor posición en el país; también es una de las entidades con mayor número de empresas grandes y medianas (INEGI, Censos Económicos, 2003). En cuanto a los índices de alfabetismo, es la 29ª entidad con menor porcentaje de población alfabeta (86.4% de la población) y la número 30 en cuanto al número de años promedio de escolaridad (9.3 años).

El desempeño de Veracruz en los indicadores sociales es bajo. Ocupa la posición 29 en los índices de Desarrollo Humano y de Marginación de CONAPO y es una de las entidades con mayor porcentaje de su población en condiciones de pobreza: 27.99% vive en condiciones de pobreza alimentaria, 36.3% con pobreza de capacidades y 59.3% con pobreza de patrimonio.

Todo lo cual se resume en el cuadro anexo.(Veracruz: Diagnóstico en Ciencia, Tecnología e Innovación 2004-2010. FCCYT, 2010)

A partir de estos datos puede concluirse que siendo el Estado de Veracruz uno con gran potencial económico –medido por el PIB-, la riqueza se distribuye muy desigualmente (en cuanto al PIB, Veracruz ocupa el lugar 6, en tanto que respecto al  PIB per cápita estamos en el lugar 24). Tenemos un índice de analfabetismo de 13.6 % y, como se ve, una baja escolaridad promedio y altos índices de pobreza y marginación.

Sintetizando, puede concluirse que Veracruz es un estado rico (véanse el PIB, la tasa de desempleo, la población económicamente activa, el número de unidades económicas) y con una notable diversidad productiva, pero con una aparente ineficiencia en el uso de recursos y un gran rezago social en cuanto a distribución del ingreso, educación, niveles de marginación y pobreza y capacidad de innovación.

¿En este entorno –se pregunta Mané- cuál es la situación que guarda el desarrollo científico y tecnológico?

 

Cuadro 1. Principales indicadores económicos y sociales del estado

 

 

Indicador

 

Valor estatal

Valor Nacional ó % del nacional

 

Posición de

Veracruz1

 

 

Fuente

 

PIB (Millones de USD), 2006

 

31,966,706

 

4.25%

 

6

INEGI, CONAPO, FCCyT

 

PIB per cápita (USD), 2006

 

4,427

 

9,104

 

24

OCDE, INEGI, CONAPO, FCCyT

Población Económicamente Activa (2008)

2,934,487

6.46%

4

INEGI

Tasa de desempleo, (2008-II)

2.0%

3.5%

29

INEGI

Índice de competitividad estatal, 2006 (IMCO)

22

IMCO

Índice de uso de los recursos, 2004 (COPARMEX)

5.4

22

COPARMEx

Índice de potencial de innovación estatal, 2004

0.223

16

RUIZ D.C.

 

Unidades económicas, 2003

 

177,691

 

6.1%

 

4

INEGI, Censos

Económicos

Tasa neta de migración, 1995-2000

-0.8

0

31

INEGI

Años promedio de escolaridad, 2007

9.3

30

SEP

% de población alfabeta2, 2007

86.4

29

SEP

Índice de desarrollo humano, 2004

0.7573

0.8031

29

PNUD

Índice de marginación, 2005

1.077

29

CONAPO

Pobreza alimentaria (% de la población), 2005

27.99

18.24

28

CONEVAL

Pobreza de capacidades (% de la población),

2005

 

36.30

 

24.70

 

28

 

CONEVAL

Pobreza de patrimonio (% de la población), 2005

59.30

47.04

27

CONEVAL

% de viviendas con T.V., 2005

85.9

28

COFETEL

% de viviendas con computadora, 2005

11.5

29

COFETEL

% de viviendas con teléfono, 2000

21.7

24

COFETEL

1 La mejor posición corresponde al número 1, la última posición corresponde al número 32, excepto en la tasa de desempleo.

2 Es la relación porcentual del número total de alfabetos entre la población de 15 años y más.

Fuente: OCDE, INEGI, IMCO, COPARMEX, RUIZ D.C. (2007), SEP, PNUD, CONAPO, CONEVAL, COFETEL.

 Notas relacionadas: 

Veracruz, Diagnostico sobre Ciencia y Tecnología -Segunda parte-

– Veracruz, Diagnostico sobre Ciencia y Tecnología -Tercera y última parte-

– Veracruz, Diagnostico sobre Ciencia y Tecnología (CODA)

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