Dentro del panorama internacional México presenta un gran rezago en los niveles educativos de sus niños y jóvenes, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA[1] promovida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); el panorama es tan malo que en ninguno de los estados del país se alcanzan siquiera los promedios de la OCDE[2].
“El problema no son los maestros, si no la Secretaría de Educación”, apunta Arturo Mattiello Canales, presidente de la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior (FUIPES). La OCDE tiene años que le recomendó a México desregular la educación superior “y lejos de hacer esto la reguló más”, lo que provoca que haya más burocracia que maestros.
Los resultados que reporta la prueba PISA 2012 para México, analizados por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) muestran de manera consolidada a 4 estados con los peores índices educativos: Veracruz, Tabasco, Chiapas y Guerrero, mientras que los mejores puntajes se los disputan Jalisco, Aguascalientes y Querétaro.
Los promedios de la OCDE y los mejores puntos de los estados mexicanos son:
– En matemáticas el promedio de la OCDE es de 494 puntos, Aguascalientes, el estado con mejor puntuación apenas llega a 437 puntos.
– En lectura el promedio OCDE es de 496 puntos, a 45 puntos de los 451 logrados por Querétaro
– En ciencias, los 501 puntos del promedio OCDE, tampoco los alcanza ningún estado; Jalisco, el de más alto puntaje, sólo tiene 436
Aún con esta fuerte deficiencia, dentro del país existen grandes diferencias entre los estados y de acuerdo con la misma prueba PISA, los resultados en el estado de Guerrero en cuando a Matemáticas son más que deplorables, con apenas 367 puntos.
De hecho los cinco estados con peor desempeño en Matemáticas (y su puntaje) en la prueba PISA son: Veracruz (402), Campeche (396), Tabasco (378), Chiapas (373) y Guerrero (367).
Los resultados de la prueba PISA mencionan que hubo mejoría en la calificación promedio de México en Matemáticas, de 28 puntos entre la PISA 2003 y la PISA 2012, pero también anotan que con esos niveles de incremento al país le tomará 25 años llegar al actual nivel de la OCDE en esa materia.
Así a los estados con peor promedio les tomará:
Veracruz è 28.4
Campeche è 30.25
Tabasco è 35.8
Chiapas è 37.37
Guerrero è 39.20
En México el 55% de los alumnos no alcanza el nivel de competencias básico en matemáticas, cifra que más que duplica el promedio OCDE, que es de 23%. Y en contraste menos del 1% de los alumnos mexicanos logra los niveles de competencia más altos, mientras que en términos del promedio de la OCDE, este llega al 13%.
En lo correspondiente a Lectura, las tasas de mejoría de México son todavía más insuficientes, pues el promedio del país lo ubica a 65 años de distancia del promedio de los países de la OCDE.
En esta medición el 41% de los alumnos mexicanos no alcanza el nivel de competencias básico, mientras que en el promedio de la OCDE este llega a 18%; en contraste quienes logran los niveles más altos son apenas el 0.5% de los alumnos frente al 8% del promedio de la OCDE.
Los estados con peores promedios en Lectura son: Veracruz (410), Tabasco (395), Chiapas (371) y Guerrero (368)
Así, si el país se ubica a 65 años del promedio de la OCDE, estas entidades se encuentran a:
Veracruz è 124.22
Tabasco è 145.9
Chiapas è 180.55
Guerrero è 184.9
En Ciencias el porcentaje promedio de los países miembros de la OCDE es de 501 puntos, mientras que la mayor puntuación en México corresponde a Jalisco, con 436, lo que hace una distancia de 65 puntos; esta separación llega a 100 y más con los cuatro estados que tienen los menores índices:
Veracruz è 100
Tabasco è 110
Chiapas è 124
Guerrero è 129
Aquí el 47% de los alumnos mexicanos están por abajo del nivel de competencias básico (18% en la OCDE), mientras que aquellos que se ubican en los rangos superiores son el 0.5% (8% en la OCDE)
VISIÓN BUROCRATIZANTE DE LA EDUCACIÓN
Arturo Mattiello refiere que hasta ahora la Secretaría de Educación no ha atendido la recomendación de la OCDE de desregularizar la educación en México, si no que por el contrario han creado nuevas normas.
Por ejemplo –menciona- los salones deben tener una medida estándar y los pupitres igual, mientras que para las bibliotecas piden que haya tres libros por cada materia, sin importar que libros; “esto hace que no puedas innovar en cuanto a instalaciones, que no puedas establecer una biblioteca digital, porque tiene que ser física”, remarca.
“Los suyos son parámetros de escritorio, por que la cuestión educativa en México sólo la conocen en papel” y son rigurosos en el cumplimiento de los esquemas, lo que provoca “que los maestros le hagan más caso al cumplimiento por horas de los programas de estudio que al mismo programa de estudios”.
Esto es un esquema que aplica desde secundaria hasta bachillerato y que se refleja también en las instituciones de educación superior.
La visión de la SEP en el esquema educativo es completamente burocratizante de la educación, la cual se replica en las normales y demás escuelas donde se preparan a los futuros docentes, donde se coarta la inteligencia de los muchachos y su creatividad, los cuales cuando egresan “lo que hacen es repetir ese esquema burocrático, porque además la normatividad les pide que hagan eso”.
Y en ese panorama los nuevos maestros también coartan la inteligencia y creatividad de sus alumnos.
“¿Para que quiero un alumno sentado 8 horas si no va a aprender nada?. Pero así es porque me tengo que sujetar al criterio de la burocracia educativa”, cuestiona.
Y así el circulo se repite impidiendo que se de una real mejoría en el aspecto educativo en México.
[1] El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), es un estudio promovido y organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Participan los países miembros y no miembros de la organización y se caracteriza por ser comparativo y periódico. Su propósito principal es determinar en qué medida los estudiantes de 15 años, que están por concluir o han concluido su educación obligatoria, han adquirido los conocimientos y las habilidades relevantes para participar activa y plenamente en la sociedad actual.
[2] En PISA 2012 participaron 65 países y economías, de los cuales 34 son miembros de la OCDE. Aproximadamente 510,000 estudiantes seleccionados al azar realizaron la prueba. Ellos representan a cerca de 28 millones de jóvenes de 15 años inscritos en las escuelas de estos países. El promedio OCDE es la media de sus 34 países o economías, los cuales se ponderaron por igual.
Nota relacionada: México, a 132 años del mejor promedio de aprovechamiento de lectura de la prueba PISA