Veraneando en el Museo de Antropología: arqueología y antropología

El Museo de Antropología de Xalapa (MAX) ofrecerá, del 5 al 16 de agosto, un curso de verano dirigido a niños de siete a 10 años de edad, informó Azminda Román Nieto, coordinadora de Servicios Educativos del recinto.

         Veraneando en el MAX se llevará a cabo de 10:00 a 14:00 horas, con actividades vinculadas a temas antropológicos y arqueológicos. Ejemplo de ello es el taller Excavación Arqueológica donde los niños podrán hacer el registro, trincheras, dibujar la pieza y experimentar todo lo que implica esta tarea.

Otros talleres contemplados son Ornamentos y Joyería Prehispánica, donde se incluye indumentaria precolombina; Restauración y Elaboración de Papalotes, durante el cual se les dará una explicación de su significado.

Uno más, detalló, será el dedicado a la comida prehispánica, a fin de que conozcan más sobre los alimentos que consumían las culturas antiguas, además de que harán manualidades con hojas de maíz.

También redactarán cédulas y se hablará sobre museografía, con la intención que al finalizar el curso los niños organicen una exposición con los trabajos elaborados.

“Es un curso muy bonito, agradable y que ofrece experiencias diferentes, tratamos que los niños tengan más contacto con su patrimonio cultural y la historia, al tiempo que cambiamos su percepción sobre lo que es un museo”, destacó Román Nieto.

El cupo es sólo para 30 niños pues la intención es brindar una atención personalizada y así ofrecer actividades de calidad. El costo es de 800 pesos que incluye todos los materiales, la guía del MAX para niños y el convivio de clausura.

Las inscripciones serán en junio y julio, y para ello tendrán que acudir a las oficinas de la Coordinación de Servicios Educativos, ubicadas en el MAX.

Para mayor información comunicarse al teléfono 8150920 extensión 106, y a los correos [email protected] y [email protected]. Los horarios de atención al público e inscripciones son de 8:00 a 15:00 horas, de domingo a jueves.

“Los niños se van bien contentos, de hecho hay algunos que regresan cada año, incluso vienen de otras partes del país como la Ciudad de México, Guadalajara y del extranjero”, compartió Azminda Román.