La vinculación es un tema de pertinencia global y las instituciones de educación superior deben tener puestos sus sensores en ella a nivel local, nacional e internacional, ya que al abarcar estos sectores se puede provocar un desarrollo regional, afirmó Guillermo Hernández Duque Delgadillo, director general de Vinculación Estratégica de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
El funcionario compartió la conferencia “Vinculación para una mayor competitividad y desarrollo regional” en el Foro de Vinculación Pertinentemente UV “Prácticas de vinculación para la retroalimentación de programas educativos”, el cual se llevó a cabo el 19 y 20 de abril en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de Xalapa.
“En la vida real los proyectos son multidisciplinarios por naturaleza; un profesionista actual cambia de trabajo siete veces en su vida y de área profesional al menos cuatro, lo cual también conlleva modificar otros áreas de su vida como la empresa en la cual labora y su lugar de residencia”, comentó Guillermo Hernández.
Por lo anterior se requiere mucha flexibilidad para poder conectar con las diferentes áreas y entornos académicos y laborales propios de esta época.
“Los requerimientos y perfiles actuales son globales aun sin salir del país, por lo cual las instituciones de educación superior deben entrar en esta dinámica.”
Duque Delgadillo explicó que las universidades deben tener una visión local, pero sin abstraerse de los ámbitos nacional e internacional.
El directivo de la ANUIES aseguró que la internacionalización debe estar alineada a proyectos de impacto regional e involucrar naturalmente a toda la estructura académica: licenciaturas, posgrados e investigación.
“Las universidades deben tener planes de estudio con una gran calidad académica, al punto de lograr estándares internacionales, ya que esto desemboca en mayor movilidad profesional a futuro.”
Explicó que por medio de esto se pueden beneficiar grandes temas de la agenda nacional, como los sectores energético, de salud, demográfico y de manufactura avanzada.
“Las instituciones de educación superior deben tener cada vez mayor impacto en el desarrollo regional, ya que la nueva generación de indicadores de calidad está enfocada a ello”, concluyó.