El presidente de Bolivia, Evo Morales, visitó hoy al aymara Carmelo Flores Laura, quien con sus 123 años ha vivido en tres siglos, y ahora se busca que la empresa Récords Guinness lo reconozca como «el hombre más viejo del mundo».
Morales, también miembro de la etnia aymara, acudió con su comitiva hasta la choza de Flores Laura, un campesino que vive desde siempre en la comunidad de Frasquia, provincia Omasuyos, a 150 kilómetros de la ciudad de La Paz, en el altiplano boliviano.
La televisión estatal difundió imágenes de la visita, en la que el presidente conversó con el anciano, a quien obsequió una pantalla de plasma de 32 pulgadas, alimentos y mantas y quien sólo habla su lengua natal, el aymara.
Morales y Flores Laura lucieron sendos ponchos rojos, característicos de la región andina boliviana.
El presidente se refirió en la visita a la solicitud a Récord Guinness para que esta empresa reconozca al anciano aymara como «el más longevo del mundo», apelativo que hasta la víspera ostentaba el español Salustiano Sánchez, de 112 años, quien falleció el domingo en Estados Unidos, donde residía desde hacía ocho décadas.
Morales señaló que «seguramente pronto van a tener (los bolivianos) una buena noticia», en referencia al eventual reconocimiento del récord de Flores Laura.
«Don Carmelo» nació el 16 de julio de 1890, de acuerdo con su registro de bautizo. Tiene 123 años, y ha vivido en tres siglos (el XIX, el XX y el XXI).
Durante su juventud emigró a Frasquia, donde trabajó como peón en una hacienda. Luego combatió en la Guerra del Chaco; a su retorno continuó trabajando como peón hasta 1952, año en que el Estado abolió el pongueaje y distribuyó las tierras entre los campesinos que las trabajaban.
Desde entonces, Carmelo Flores Laura ha vivido en la propiedad que le fue cedida. Se casó con Micaela, quien murió a la edad de 107 años; con ella tuvo tres hijos, de los cuales solo uno sigue con vida, Cecilio de 67 años.
Tiene, además 14 nietos y 39 bisnietos.
Según relató a la prensa, su dieta a lo largo de su vida fue variada, con el consumo de carne de ovejas, cebada, quinua y hoja de coca; incluso carne de zorrino que consumía al menos dos veces al año para no enfermarse.
El presidente Evo Morales, en su visita, recomendó a los familiares de «don Carmelo» cuidar su alimentación y consideró que llevarlo a vivir a la ciudad sería «hacerle daño», por la contaminación que hay en ella.
La visita del presidente movilizó a la pequeña comunidad de Frasquia, donde reside con su familia este anciano que se hizo famoso en agosto pasado cuando su edad, certificada por la Gobernación de La Paz, trascendió a los medios de comunicación.
Morales indicó que se comprometió a construir una «casita» para que viva el anciano y dijo que hay la necesidad de ofrecerle una enfermera para que lo cuide.