En Xochimilco existe un área natural protegida que comprende los ejidos de Xochimilco (precisamente) y San Gregorio Atlapulco, con una extensión de 2 mil 657 hectáreas.
Ahí se han localizado más de 212 especies de aves, tanto nativas como migratorias, apuntó el maestro Alejandro Meléndez Herrada, del departamento de El Hombre y su Ambiente, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
Para una zona ampliamente urbanizada ésta es una gran biodiversidad: “En el Distrito Federal hay 355 especies de aves, representan el 32% de las especies de todo el país. Hay dos zonas neogeográficas muy importantes que se conjuntan ahí, la neártica, con ambientes templados de América del Norte, y la neotropical, con ambientes tropicales de Centro y Sur América. Se concentran en Xochimilco por ser un sitio cienegoso con inundaciones someras, por las zonas de cultivo y las parcelas abandonadas que son su refugio, fuente de alimento y lugar para que se reproduzcan”, refirió Alejandro Meléndez.
Hay 80 especies asociadas a ambientes acuáticos, así como 19 especies de patos, 15 diferentes chorlos y playeros, 11 tipos diferentes de garzas como el garzón blanco, la garza nivea, la garcita de ganado y la garcita azul. Aunado a las aves terrestres mosquero cardenalito, tigrillo, cenzontle, primavera y huitlacoches; además de 10 aves nocturnas, principalmente búhos y lechuzas; 20 especies de aves rapaces diurnas desde gavilanes, halcones, milanos y quebranta huesos, destacó el investigador en ecología y conservación de fauna silvestre.
Ante tal diversidad, el 40% de las aves son migratorias y llegan en invierno. “Hay aves que vienen de Alaska, el Polo Norte, Canadá y Estados Unidos. Llegan por 4 rutas: el Atlántico, el estado de Mississippi, el centro del país y el Pacífico. Al llegar al Itsmo de Tehuantepec ya no se sabe cuántas rutas se hacen porque se forma una especie de embudo. Muchas aves recorren 5 mil kilómetros de venida sólo para morir acá pues son cazadas, lo cual es una verdadera tristeza”, dijo Meléndez Herrada.
Las aves migratorias que se han visto en Xochimilco son el pelícano blanco (Pelicanus erythrorhynchos), el águila pescadora (Pandion haliaetus), martín pescador norteño (Ceryle alcion), aguililla cola roja (Buteo jamaicencis) y el halcón cernícalo (Falco sparverius) aunque llegan más de 90 diferentes. “Deforestar o desecar su hábitat es también acabar con la migración de aves. Tenemos la tasa más alta de deforestación en toda América Latina”, alertó el investigador.
Xochimilco se encuentra en un acelerado proceso de urbanización que pone el riesgo el hábitat de las aves nativas y las migratorias, una de las opciones para frenar la pérdida de este sitio, catalogado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, es incentivar un turismo respetuoso con la naturaleza, es el caso del avistamiento de aves, el cual atraería a turismo nacional y extranjero.