Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Sur en Argentina, de la Universidad de Chile y de las universidades Politécnica de Catalunia y Rovira i Virgilio en España, están estudiando un novedoso sistema de comunicación entre dispositivos móviles inteligentes, como smart-phones y tablets, que además de enviar y recibir información útil ahorren en forma significativa el consumo de las baterías.
“Los dispositivos móviles inteligentes se comunican a través de múltiples tipos de enlaces como Wi-Fi, Bluetooth, Near Field Contact o G3, entre otros. La idea es que los dispositivos móviles construyan una red de intercambios de datos utilizando para esto cualquiera de sus enlaces”, afirmó a la Agencia CyTA Rodrigo Santos, investigador del CONICET en la Universidad Nacional del Sur (UNS), en Argentina, y uno de los autores principales de este proyecto descrito en la revista “Sensors”.
La idea es que los mensajes se propaguen de dispositivo a dispositivo hasta alcanzar el destino.
Para el investigador de la UNS, la idea propuesta es que los smart-phones y tablets junto a sus usuarios sirvan de sensores inalámbricos originando “redes de sensores inalámbricas basadas en personas”. Los dispositivos se comunican entre si utilizando cualquiera de los posibles enlaces de los que disponen, como Wi-Fi o Bluetooth.
En el intercambio de los mensajes que se realiza con otros dispositivos se incluye información de ruteo entre emisor y receptor que debe ser actualizada en forma permanente en cada nodo de recepción y distribución que actúa como intermediario entre el nodo origen y el nodo destino. “Esto significa que los dispositivos móviles gastan una buena parte de sus baterías localizando otros dispositivos y comunicándose”, dijo Santos.
La nueva propuesta incluye un mecanismo que mejora el rendimiento del protocolo de mantenimiento de las tablas de ruteo, reduciendo el consumo de la batería prolongando la vida del dispositivo dentro de la red.
El trabajo de los investigadores plantea el uso de los dispositivos móviles como elementos de una red de sensores inalámbricos basados en personas para diversos fines: desde monitorear el tráfico en las ciudades o localizar a una persona conocida dentro de un centro comercial, hasta enviar información relevante en casos de incendio, choque o derrumbe. De esta forma, el usuario de un smart-phones o tablet se transforma en una fuente de información que puede compartirla en una red de datos.
“De hecho, las aplicaciones propuestas están siendo desarrolladas en Chile para ser utilizados por los bomberos y las fuerzas de defensa civil”, graficó Santos.